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Super Fly (1972)

Super Fly
93 min.
6,0
401
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Sinopsis
Priest es un traficante de cocaína que disfruta de una vida lujosa en Harlem, pero sabiendo que tarde o temprano acabará muerto o en prisión, decide que quiere retirarse del negocio de la droga. Pero antes de hacerlo quiere dar su mayor golpe: vendiendo 30 kilos de cocaína a cambio de medio millón de dólares. (FILMAFFINITY)
Género
Acción Drama Crimen Blaxploitation Drogas
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Super Fly
Duración
93 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1973: Premios Grammy: Nominada a mejor banda sonora escrita para cine o TV
7
Pantalones de campana y farlopa pa' la tropa.
¿De qué va?:

Ron O' Neal encarna a Priest, un traficante de drogas neoyorkino que quiere pegar un buen pelotazo y retirarse definitivamente del negocio al darse cuenta de que con su vida actual puede acabar muerto o en la cárcel en cualquier momento. Sus socios no terminan de verle la gracia al asunto con lo que lograr sus planes no le resultará sencillo...

Crítica:

En la década de los setenta surgió con fuerza en el cine americano el género blaxploitation. Al arrullo del black power crecieron como setas películas con un desarrollo casi idéntico: negros traficando con drogas, negros bandeando con polis corruptos, chicas fáciles en busca de camellos negros con personalidad, negros con bigote, negros en almíbar, vamos, lo que se viene llamando una merienda de negros en toda regla, y es que el nombre de este subgénero policiaco no lo pusieron al azar, no.

Dentro del género se pueden encontrar algunas castañas pilongas tipo Shaft, las rojas noches de Harlem, que fue mi peli iniciática en el tema y que desde ahora mismo catalogo como un rollo patatero y sin sustancia alguna, pero en cambio ésta que nos ocupa me ha supuesto una agradable sorpresa cuando ya estaba a punto de mandar el blaxploitation al baúl de los recuerdos.

Un prota creíble, un argumento sólido con una especie de Carlito Brigante a la afroamericana que quiere salir del mundillo de la droga y no le dejan, con una muy buena canción original de Curtis Mayfield que da lustre a la película, más una fotografía que capta perfectamente la esencia de la calle de forma casi documental y un regustillo final a buen cine setentero, reflejo de una época en la cual los propios negros se encasillaban sin complejos en roles marginales sin que (casi) nadie se rasgara las vestiduras por ello, por cierto, el reparto cumple con creces.

Todo ello mientras la cocaína corre como el agua y la gozan todos estupendamente, aquí nada de moralismo antidrogas, aquí las drogas son lo único bueno, vaya, como diría Torrente, en ningún momento la droga salta y te muerde los cojoncillos.

Blaxploitation recomendable.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El poderoso inicio del blaxploitation
Años 70. Vietnam. La resaca del asesinato de políticos y personalidades de la sociedad estadounidense: los Kennedy, Martin Luther King, Malcolm X. La pérdida de la inocencia. El Black Power. La Liberación de la mujer. A nivel artístico floreció la contracultura, el hippismo, el feminismo activista y a nivel cinematográfico el blaxploitation, un movimiento exclusivamente afroamericano.

La población afroamericana no se veía reflejada en las películas de Hollywood. Así que en los 70, productores como Sig Shore -curiosamente un blanco nacido en Harlem-empezaron a producir filmes, muy urbanos, en los que se narrasen las preocupaciones y problemas de los barrios de esta población. Algo así ocurrió aquí con el cine de quinquis. En el cine de blaxploitation la línea que separa a los protagonistas de la delincuencia era muy difusa, cuando no inexistente. Estereotipos que ahora serían muy criticados, aunque aceptados en aquellos años como propios. De hecho, en el filme, si se ve subtitulado, se emplea, de manera repetida y entre los propios afroamericanos, la palabra peyorativa "nigger", una palabra, hoy en día, tabú. Acompañados de bandas sonoras realmente inspiradas, este género se adueñó de los cines de barrios afroamericanos. Hoy en día se comenta que un filme protagonizado por estrellas negras tiene una taquilla garantizada de 40-50 millones de $ provenientes de esa población y cuando superan esa taquilla es que el producto ha trascendido a un espectro de espectadores más amplio. Eso es lo que le pasó a Will Smith.

"Superfly" es una película prototípica de este subgénero. El protagonista es un traficante de cocaína, delincuente vocacional aunque harto de esa vida. Macho-alfa de manual, amante promiscuo, con un enorme bigotón y de vestuario inimaginable, decide dar el "golpe" que le lleve a hacer dinero y dejar la delincuencia. Lo curioso es que sus conflictos morales no son tales, así el "golpe" es poner a la venta una cantidad ingente de cocaína con la que poder hacerse rico y vivir de lo recaudado. Obviamente, le importa un bledo el daño que causará con el incremento de drogadictos.

"Superfly", en jerga, significa "persona ostentosa, segura de sí misma y que luce moda de manera pomposa". El título clava al personaje. Su sueño es tener dinero para comprar su ropa de moda, gastárselo en decorar las casas en las que vive con toques étnicos y de manera hortera- esas sillas de mimbre estilo "Emmanuelle" - llevar un coche caro y tener como amante a una estilosa blanca sumisa, como le llega a confesar a la misma, antes de darle la patada por su auténtico amor, afroamericano por supuesto. No fuma, pero no para de esnifar con un ankh que lleva como colgante. Todos consumen como si fuesen cacahuetes. Sin duda, penoso ejemplo de triunfador para los niños de esos barrios.

Todos los blancos son malos y corruptos, desde la policía a los delincuentes italianos. Es curiosa la contraposición de amantes, así la amante blanca le anima a no dejar la vida de traficante mientras que la afroamericana le anima a lo contrario. Y es que los blancos siempre quieren la perdición de los negros.

Notablemente dirigida, un thriller policiaco urbano en toda regla, en ningún momento resulta aburrido. Costó 300.000 $ y recaudó 30 millones de $. Un exitazo merecido, por sus virtudes cinematográficas y esa poderosa BSO de Curtis Mayfield, que tiene un cameo.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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