El viaje a Niklashauser (1970)

Fassbinder hace un retrato de la revolución valiéndose de las múltiples representaciones teatrales, discursivas y visuales que le proporciona el arte.

La película aglutina tiempos y personajes distintos, el profeta Hans Böhm 'el tamborilero de Niklashausen' o 'el Profeta' que en el nombre de la Virgen María presagió la igualdad social y la instauración de la propiedad colectiva, realizó una peregrinación a Niklashausen mientras iba sumando adeptos. A el Profeta se le suman otros personajes como el propio director Fassbinder con su cazadora negra habitual o Antonio das Mortes, el personaje creado por Glauber Rocha con el que de esta forma puede dialogar al igual que con el Godard de discurso político. El último en seguir a Hans sería un miembro del Partido de los Panteras Negras. Hasta aparece la hija de Ares, la reina de las Amazona Pentesilea encarnada por la actriz Magdalena Montezuma.

La Representación como he comentado es la clave del discurso: la teatralización, el ensayo y la elección del lenguaje como fin último de convencer se muestran por ejemplo en la escena de la lectura del guion y posterior representación y puesta en escena de la Virgen María.

El collage de tiempos y personajes en un mismo peregrinaje parece desprender una constante en la reflexión sobre los temas de la injusticia social, la revolución o la violencia a través de los tiempos.

Citando a Rafa Morata experto en Fassbinder: "[...] convirtiendo a Niklashauser en una glorificación de las corrientes revolucionarias de la Historia, en una cálida y original proclamación de la belleza de la utopía que, a su vez, constituye una advertencia contra el peligro de escenificar la revolución, de falsearla, de priorizar el anhelo de la utopía sobre el conocimiento serio, real y profundo de los hechos que acontecen en la vida diaria".