Eirik, corazón de Vikingo (1985)

Erik, corazón de vikingo (1985) es una curiosísima y muy recomendable película soviética de mitades de los años ochenta que se trata de una respuesta soviética al género de capa y espada de Hollywood que había empezado en los años ochenta con un inusitado resurgir. El filme consiguió ser un auténtico éxito en la URSS, reuniendo a más de 19 millones de espectadores a taquilla.

Los años ochenta fueron una época muy propicia para la fantasía dentro del cine comercial en Hollywood. Muy conocidas son las películas que realizó el actor de origen austriaco, Arnold Schwarzenegger, interpretando el personaje de Conan. La primera de ellas, Conan el Bárbaro (1982), fue además una de las que marcó este pistoletazo de salida, y que pronto arrastraría a muchas más producciones. Incluso en otros países diferentes, como es el caso de la cinematografía italiana, que astutamente copió este modelo para hacer sus propias producciones calcadas a Conan, como son el caso de las películas de "Ator",(la primera de ellas, Ator el Poderoso, realizada ese mismo año de 1982).

Pero la URSS no fue una menos. Precisamente en la década de los ochenta se empieza a dar una tendencia muy evidente en la cinematografía soviética, ligada con las propias políticas de apertura occidentalista que se estaban dando coetáneamente. Esto repercute en el cine, con películas que emulan los grandes éxitos comerciales americanos (pero a diferencia del cine italiano, el cine soviético nunca copió simplemente, sino que también añadía elementos). Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en Ekipazh (cuyo título en español es aeropuerto en llamas), una película dirigida en el 1980 y que emulaba las cintas de catástrofes americanas (y que por cierto es una de las mejores películas que se han hecho sobre el subgénero).

Así, surge una película como Erik, Corazón de Vikingo (1985), que pese a inspirarse en ciertos aspectos en Conan, es en realidad una respuesta intelectual a este tipo de cine.

Otro signo de que las cosas estaban cambiando es el hecho de que estamos ante una coproducción, y es que además del capital soviético, también nos encontramos con financiación noruega, en este caso de la compañía Norsk Film A/S. La película de hecho está rodada en ruso y noruego, aunque el idioma mayoritario es el segundo.

La película está basada en la obra literaria de Yuri Bronsky (1927-2008). La película contó con dos directores que codirigieron el proyecto: El soviético Stanislav Rostotsky y el noruego Kurt Andersen.

La película se aleja totalmente de cualquier trama fantástica para ofrecernos un punto de vista podríamos decir que hasta etnográfico del modo de vida vikingo (el pueblo noruego), así como de los pueblos de la Rus histórica (el actual pueblo ruso). Pese a que el inicio de la película con esa voz en off que nos habla de un pasado remoto (como dando a entender que lo que vamos a ver es más fantasía que historia) en realidad la película es una aproximación muy fidedigna a como sería el modo de vida de aquellas tribus en aquellos tiempos. No en vano, la película contó con asesoramiento histórico, como fue el de Arón Gurevich, un célebre antropólogo e historiador soviético.La película se aleja totalmente de cualquier trama fantástica para ofrecernos un punto de vista podríamos decir que hasta etnográfico del modo de vida vikingo (el pueblo noruego), así como de los pueblos de la Rus histórica (el actual pueblo ruso). Pese a que el inicio de la película con esa voz en off que nos habla de un pasado remoto (como dando a entender que lo que vamos a ver es más fantasía que historia) en realidad la película es una aproximación muy fidedigna a como sería el modo de vida de aquellas tribus en aquellos tiempos. No en vano, la película contó con asesoramiento histórico, como fue el de Arón Gurevich, un célebre antropólogo e historiador soviético.

Pero la película, a pesar de tratar muy bien a la historia, no se centra en una figura histórica o en una biografía convencional. Lo que cuenta en realidad son historias anónimas, que podrían haber sucedido perfectamente en aquellos tiempos. Se nos cuenta principalmente la historia de un grupo de vikingos y su modus vivendi, en el que se puede ver como por ejemplo saquean aldeas, luchan contra otros pueblos nórdicos o sobreviven al invierno, una época en la que básicamente se paraba la actividad bélica.

Que no se nos muestren brujas y calderos no quiere decir que la película no apueste por el entretenimiento. De hecho hay varias secuencias de acción, que están rodadas de una manera que poco tiene que envidiar a películas como la célebre Vikingos de Richard Fleischer. La cámara se muestra muy eficaz en la secuencia de acción, que tiene lugar en entre un asalto entre dos barcos, mostrándonos una narrativa entendible pero a la vez llena de acción. De igual manera el filme sabe adoptar un tono más intimista cuando la acción lo requiere.

La película tiene una fotografía muy bien elaborada, que parece tomar evidentes referentes culturales de la pintura decimonónica rusa. Más en concreto, una de las figuras en las que se inspira de manera abierta es en el pintor M. Vasnetsov (1848-1926), un artista que realizó numerosas pinturas sobre el tema medieval de la Rus, así como obras en la que aparecen vikingos representados. Parece especialmente notorio la inspiración en algunos de los planos en los que se ven paisajes en el principio (con los vikingos desplegándose sobre la aldea rusa). 

Como tantas y tantas películas del cine soviético se trata de una obra injsustamente olvidada. Desde aquí no podemos más que recomendar esta película, que más allá de luchas entre gobiernos o ideologías se trata de una obra de arte.

Crítica escrita para https://cinemagavia.es