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After (2009)

After
107 min.
5,4
4.828
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Trailer (ESPAÑOL)
Sinopsis
Manuel (Tristán Ulloa), Ana (Blanca Romero) y Julio (Guillermo Toledo), amigos desde la adolescencia, se reencuentran una noche de verano después de mucho tiempo, y juntos emprenden un viaje hacia el corazón de la noche, intentando evadirse de sus respectivas vidas a golpe de rayas, sexo y alcohol. Una huida a la adolescencia como única posibilidad para librarse de sus fantasmas. "After" es la última parada, el último bar abierto. El final del trayecto. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Amistad Drogas
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
After
Duración
107 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
2009: Premios Goya: Nominada a mejor guión, actriz revelación (Romero) y fotografía
7
¿Sufrir nos hace mejores?
Hay pelis que a mí me gustan y que no recomendaría ni a mi peor enemigo. After es de éstas.

Lo es por todo. Por la aridez de su estructura. Por lo poco queribles que son los personajes. Por lo excesivo de sus acciones. Por lo brutal de sus imágenes. Por la evolución de la historia. Por el desenlace que propone. Lo es por todo.

Pero sobre todo, lo es por la mirada que ofrece. Pocas películas hay tan rematadamente pesimistas como ésta. Su grado de pesimismo, de autodestrucción es tal que llega a generar tal lejanía que dudas entre alejar la vista de la pantalla, levantarte de la butaca o simplemente desconectar cualquier emoción de lo que sucede en frente de ti. Yo logré evitar esos tres riesgos. Pero me costó sufrir mucho más de lo recomendado.

Claro, que hay sufrimientos que te ayudan a acabar sonriendo. No es de éstos. Claro, que hay sufrimientos que te ayudan a ser mejor. Tampoco es After de éstos. Éste es un sufrimiento distinto, un sufrimiento en el que te acaba diciendo que no hay salida. Un sufrimiento con el que no estoy de acuerdo, un pesimismo casi de postal.

Pero que sea un sufrimiento no significa que no valore sus méritos. El primer mérito es precisamente generar sufrimiento. El segundo y esencial es que el creador de la soberbia 7 vírgenes vuelve a mostrar un talento inaudito para la puesta en escena, para la generación de sensaciones en la mezcla de actores y medios. El tercero y todos los siguientes son técnicos.

Pocas películas hay en el cine español con tal dominio del oficio. Si el guión es tan iterativo como original, si la fotografía es tan bella como dura, si la dirección de actores es tan coherente como homogénea, si el montaje es tan preciso como efectivo, si la música genera tanta salvación como lirismo, si todo eso es cierto, lo increíble es que el diseño de sonido alcanza una de las mayores cotas que este crítico recuerda fuera de Lynch o Haneke.

Hay que ser muy freak o pedante para valorar esto, pero sólo por ese logro merece la pena sufrir infinitamente durante dos horas. Aunque no la recomiende. Aunque desgraciadamente no logro olvidarla.
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87 de 97 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Paraísos perdidos.
Realmente ha estado acertado Alberto Rodríguez en su nueva propuesta. Tanto a la hora de tocar un tema no demasiado frecuente en el cine español como en la manera de tratarlo. “After” es todo un canto nostálgico a una juventud que como mucho para algunos es ya solo un bonito recuerdo, un paraíso perdido al que es inútil intentar volver pues el viaje de regreso es un aterrizaje forzoso a la cruda realidad de una vida vacía. Mediante tres personajes con los cuales seguro que muchos de los que estamos rondando los cuarenta nos podemos sentir identificados, interpretados con solvencia por el trio protagonista (a destacar un grandioso Guillermo Toledo), Alberto Rodríguez construye un drama sobre la decadencia de una generación que se niega a madurar y que no acaba de encontrar su sitio en una sociedad que definitivamente les viene grande. Refugiados en el mundo de la noche, asistimos a la caída desesperada de unos personajes, retratados con cariño pero sin benevolencia, que intentan esconder en el abuso de las drogas y el alcohol una vida estancada ya sea en forma de matrimonio rutinario con hijo problemático, de trabajo insatisfactorio o de incapacidad para establecer una relación o dar afecto ni siquiera a un perro abandonado.

Se le puede reprochar a Alberto Rodríguez una cierta tendencia repetitiva a la hora de desarrollar la historia mediante los diferentes puntos de vista de los tres protagonistas, así como la concreción de alguna de las historias que deja más cabos sueltos de los deseados pero lo cierto es que el director sevillano logra un resultado aceptable y el retrato generacional que propone es más que convincente. Sin titubeos ni pretensiones discursivas , logra entrar en el alma de a los que solo les quedan las ganas de llorar.

Lo mejor: el tono desangelado que impregna la historia.

Lo peor: algunas subtramas prescindibles y mal desarrolladas.
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23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
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