Desvío al paraíso (1994)

Cuando todos escriben maravillas sobre de las películas de Urbizu, Gerardo Herrero hilvanó en los años 90 una magnífica e injustamente olvidada película sobre un oscuro y enigmático portero de un complejo de apartamentos, cuya personalidad esconde la de un violento psicopata obsesionado con la infancia, cuyo comportamiento anómalo recuerda mucho a la película "Cuando duermes" de Jaume Balagueró. Magnífico debut en la dirección.

Charles Dance compone un papel impresionante, con una mirada que causa pavor y desasosiego, mientras que su contrapunto es una siempre-bella Assumpta Serna, perfecta en su interpretación. Ritmo y nervio le imprime Gerardo Herrero, que logra mantener la tensión, el suspense y la incerteza del final con una desacostumbrada elegancia, maestría y savoir-faire para lo que nos ofrecía el cine español de los 90.

Dignísimo producto a redescubrir.

Lo peor de este flojo film, sin duda es la torpeza del irregular Gerardo Herrero en su segunda película, a la hora de transmitirnos la inquietud y el misterio de la trama, su falta de talento e ingenio para este género cinematográfico es evidente. Partiendo de un casting errático, comenzando por Charles Dance que es un actor británico, generalmente secundario, que tiene una larga trayectoria profesional en el mundo del cine. “Desvío al paraíso” es una de las pocas películas que ha protagonizado como actor estrella, y ahora entiendo porqué tras ver este thriller de intriga, resulta falto de carácter. Un villano más bien justito, que simplemente cumple con los tópicos del género sin aportar nada nuevo, quedándose en un intento de amedrentar al espectador pero que no termina de cuajar.

El guión (primero de Tabernero y Monzón) es bastante anodino y simple en matices, porque faltan personajes con enjundia e interés, las subtramas son muy pobres, falta chispa y empatía para preocuparnos por la suerte de los personajes, todo es bastante previsible y casi nada sorprende, las situaciones no despiertan el mayor interés y aunque Charles Dance se esfuerza en intentar ser sibilino y siniestro, con ese físico que Dios le dio, lo tiene dificil para transmitirnos esa malignidad. Como es habitual en este tipo de historias, se recurre a la falsedad de las apariencias, el intruso que se establece en la comunidad ganándose el afecto del vecindario por su amabilidad, su oscura curiosidad por conocer la vida de los vecinos, la suplantación de personalidad, el típico joven rebelde e incomprendido que desconfía del forastero, la mujer madura que cae seducida por la falsa galantería. Ni siquiera la siempre interesante Assumpta Serna está acertada en este desdibujado personaje de madre separada con inocente niña que tiene poco de turbadora, aunque la pobre chiquilla lo intenta.

Una película poco brillante y falta de tensión narrativa, en mi opinión, una coproducción hispano-puertoriqueña, rodada en inglés para su distribución internacional, quedando muy claro que el thriller de misterio y suspense no es lo suyo, Herrero estaba acostumbrado a trabajar en cine de autor con Oliveira, Ken Loach o Alain Tanner, un género que Gerardo Herrero no domina ya que ni la intriga ni la dimensión psicológica de los personajes están bien definidos, de nada sirve que muestre aspectos morbosos cercanos a la pederastia y otros asuntos malsanos, lo del estilo fotográfico y artístico en la línea de Edward Hopper tampoco aporta nada importante al argumento, es más un detalle de pedantería cultural. Un fiasco de película que sólo interesará a los amantes del género poco exigentes.