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La isla negra (1939)

Sinopsis
Basada en hechos reales, se ambienta en la cárcel de la isla de Blackwell, en Nueva York, en 1934, donde el reportero Tim Haydon disuelve una organización criminal dirigida por el mafioso Bull Bransom desde la prisión. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Crimen Basado en hechos reales Mafia Periodismo Drama carcelario
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Blackwell's Island
Duración
71 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
¿Será que se ha detenido el paso del tiempo?
Estoy por creer, y hablo en serio, que el paso del tiempo se ha detenido definitivamente. Estoy por creer que la especie humana es más lo que involuciona que lo que evoluciona: Da un paso adelante y dos atrás… Y estoy por creer que, el Creador, el Fatum, o “el azar” -si así lo prefieren- fue demasiado generoso al darle este Magnífico Mundo a una especie que o quedó muy imperfecta… ¡o es la más necia que haya podido existir en la historia del universo!

<<LA ISLA NEGRA>>, fue rodada, en 1938, pero estrenada al año siguiente porque, la Warner Bros., prefirió lanzar primero, “Four Daughters”, un filme dirigido por Michael Curtiz, que como se esperaba, fue todo un éxito. En ambos filmes, aparecía el por entonces nobel actor, John Garfield, y aunque <<LA ISLA NEGRA>>, fue su debut cinematográfico, ésta se estrenó cuando ya, “Four Daughters”, lo hizo lucir como toda una estrella. Pero, a lo que quiero apuntar con esta nota, es a lo siguiente:

a) El sistema penitenciario es una de las PRIORIDADES a las que debería prestar la más seria y comprometida atención cualquier gobierno del mundo, puesto que se trata de definir el futuro de cientos, miles, ¡millones de seres humanos! que, por sus errores, faltas o infracciones, han tenido la desgracia de convertirse en reclusos, y el DEBER y la OBLIGACIÓN de toda sociedad civilizada, es hacer que su futuro se convierta en algo prometedor.

b) La forma como, en el último siglo, se ha venido manejando el sistema penitenciario en numerosos países, da cuenta de que, la violación a los derechos humanos, la inician y la mantienen los mismos gobiernos: Con hacinamiento en recintos asfixiantes, húmedos e infectados que no respetan en lo más mínimo la dignidad ni la salud de la población reclusa… Con toda suerte de privilegios para los políticos, los empresarios y los mafiosos, siendo quienes cometen los más graves delitos… Con alcaides o directores serviles con los “poderosos” e intolerantes y crueles con los más débiles… y, entre otras cosas, con unos procesos tan dilatados que, con excesiva frecuencia, es más el tiempo que se pasa en prisión que la condena a la que había lugar.

c) Mientras las cárceles sigan siendo antros de venganza, donde pulula el vicio, las componendas y la degradación humana, y no sean asumidas de una vez por todas como centros de capacitación y resocialización para el Total de la población carcelaria, ¡Ninguna sociedad puede pregonar que ya ha llegado a la etapa de la Civilización!

Aunque en aras de evitar problemas de censura, en letras de molde y luego de los créditos, se “aclara” que los caracteres, eventos y localizaciones de la película son enteramente ficticios y que cualquier semejanza con personas o hechos de la realidad es puramente coincidencial, resulta que, pocos años atrás (1934), en la prisión de Welfare island (observen la semejanza con, Blackwell’s island), un gánster llamado Joey Rao, al ser llevado allí tomó el control del lugar; puso al alcaide y a la guardia a su servicio; creó una asociación de “protección de los prisioneros”... y ¡el hospital de la prisión, lo convirtió en una suerte de suite hotelera, denominándolo El Piso de los Políticos! Mejor dicho, cuando en cualquier película aparezca un aviso semejante, entiéndase todo lo contrario. El director y los productores saben que lo que cuentan es, en lo esencial, tomado de la realidad, pero necesitan salvar el pellejo ante posibles demandas.

El filme fue dirigido por, William McGann, con cierto buen pulso y con mucha empatía con el malo de la película, al ver la facilidad como éste guasón, aquí llamado, “Bull” Bransom (acertadamente interpretado por, Stanley Fields), todo lo manipula, y en la peor de las situaciones siempre termina bien librado (bueno, casi siempre)… para eso el sistema es bastante endeble ¡y así no debe ser!

Michael Curtiz -director que tenía a la Warner en el bolsillo con sus numerosos éxitos y su facilidad para corregir entuertos-, tras terminar, “Four Daughters”, fue requerido para nutrir este filme con su personal creatividad y dirigió diversas escenas exteriores, y en especial, la secuencia de la toma de la cárcel por parte del fiscal comisionado. ¡Ah! y la escena del ventilador que levanta la falda de, Marilyn Monroe, en “Seven year itch”, ya se le había ocurrido a McGann (o a Curtiz) en este divertido y documentado filme.

Título para Latinoamérica: LA VERDAD A NADIE TEME
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