En las buenas y en las malas (2019)

La productora Sobras, del chileno Nicolás López, en medio de una situación bastante compleja en Chile, sigue produciendo en México y una vez más realizan una nueva versión de una de sus producciones pasadas, ‘Que pena tu boda’, secuela de ‘Que pena tu vida’, también con versión mexicana, pero sin relación con esta versión que es además la ópera prima de su director, Gabriel Barragán Sentíes.

Sebastián (Alberto Guerra) y Valeria (Zuria Vega) tienen una relación de varios años aparentemente estable, cuando Valeria se entera que está embarazada y se lo comunica a Sebastián, éste decide pedirle matrimonio.

Pero todo se complica para Sebastián cuando en su vida aparece Pamela (Macarena Achaga), la joven y bella hija de su jefe, quien lo pondrá a prueba y lo meterá en una situación complicada que buscará evitar para no entorpecer su compromiso con Valeria.

La premisa no luce lo suficientemente prometedora, sobre todo cuando analizamos que los protagonistas son personajes que pasan de los 30 años, por lo que viendo la historia resulta complicado aceptar que sean incapaces de resolver sus supuestos problemas en su camino al matrimonio.

Pero ese es el menor de los problemas de la película, la realización nunca encuentra el ritmo adecuado, los pasos de comedia son bastante sosos, un guion muy superficial, la mayoría de los personajes carecen de desarrollo, los diálogos son completamente vacíos y lo peor, el bajo nivel de las actuaciones, destacándose de manera negativa Macarena Achaga y sobre todo Natalia Téllez, incapaces de hilar más de 3 palabras, inexpresivas y acartonadas.

‘En las buenas y en las malas’ es una muestra más de lo incompetente del cine industrial mexicano, realizado sin rigor, sin pasión y con el único objetivo de recaudar. Lástima que las malas le ganan por goleada a las buenas.

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