Heridas del otoño (2009)

Lo peor que puede pasarle a una superproducción es que parezca un episodio alargado de una mala serie de televisión. "Pains of Autumn” supone el regreso a la dirección del realizador turco Tomris Giritlioglu tras diez años sin realizar un largometraje para cine (su anterior trabajo fue una miniserie para TV, irónicamente) y se nota demasiado. El problema es que llega, al margen de que no tenga talento, llega a ser tan terrible que ni siquiera es capaz de ocultarlo mediante trucos, quedando completamente en ridículo cuando intenta dibujar a los personajes y sólo es capaz de desarrollar varias manchas que sirven para matizar algún aspecto innecesario de los mismos.

Basado (o inspirado) en hechos reales, la historia cuenta la vida de un joven de familia adinerada que, tras conocer a una prostituta griega llamada Elena, cae rendido a sus encantos, generando un montón de problemas en su familia. De fondo, un conflicto entre los turcos y los griegos tiene lugar día sí y día también en las calles, derivando en un entorno hostil. Lamentablemente, los personajes no llegan a importar absolutamente nada, son planos, absurdos, toman decisiones que no tienen ningún sentido y para colmo las interpretaciones son malas hasta límites inexplorados por el ser humano.

Lo de menos son los fallos de continuidad (personajes que cambian de lugar en diferentes planos de la misma escena, peinados, posición de las manos), los errores de casting (¿dónde se han visto prostitutas así?) o la tibia dirección. "Pains of Autumn" apela a esos dolores que aparecen, sí, después de un verano y en el que tenemos que afrontar la vuelta a la rutina. El otoño llega y, con él, el dolor. Claro que siempre es más soportable que un telefilm infecto con ambiciones y aires de grandeza. Giritlioglu, eres un incompetente.