Meantime (TV) (1984)

Este parece un borrador de la magnífica "Todo o nada", dirigida por Leigh casi 20 años después, ya que aborda temas parecidos como el retrato familiar ambientado en los suburbios británicos.

La principal diferencia es que Meantime es una TV-Movie con sus limitaciones, poco presupuesto, un guión frío y falto de garra en algunos momentos. A Leigh le faltaba todavía pulir su estilo.
Me parece muy interesante el reparto, desconocido por aquel entonces, donde se vieron las caras por primera vez los británicos Gary Oldman y Tim Roth. Excelentes actuaciones, tanto Roth en el personaje del retardado mental e introvertido Colin como Oldman haciendo de skinhead histérico.
Phil Daniels interpreta acertadamente al manipulador hermano de Colin mientras que Alfred Molina no pasa del fugaz cameo.

La música es horrible, sin duda la mosca en la sopa de la película.

Me alegra que mi sugerencia sobre mandar ésta película a la página no cayera en saco roto. Es muy descononocida pero creo que merece la pena para completar la filmografía de Mike Leigh así como ver los comienzos de grandes actores como Tim Roth y Gary Oldman.

Interesante film británico que cuenta una historia de lo más normal con unos personajes un tanto dispares. Dos hermanos; uno es un chulo y al otro le falta un verano, viven con sus padres; él un fracasado desempleado "sin sangre" y ella una amargada deprimida y desesperada, en una especie de casa de protección oficial (mucho poder adquisitivo desde luego no tienen, vamos, no tienen ni un penique...) sin trabajo, sin dinero y sin nada que hacer.

Tal como lo cuento parece un "Trainspotting" o un "Nil by Mouth", pero ni mucho menos, la cosa no trata de drogas ni nada por el estilo.

La trama gira en torno a Colin (Tim Roth), un chico retardado cuya vida social se mueve por el círculo de colegas de su hermano Mark (Phil Daniels), quien tiene unos amigotes muy singulares: Coxy (Gary Oldman) un nazi desquiciado y majareta, Frank (Jeffrey Robert) otro "ni-ni" y Hayley (Tilly Vosburgh) una chica solitaria y apenada, que aparentemente tiene problemas (de algún tipo) con su madre. Desde luego, destaca la presencia secundaria de Marion Bailey y Alfred Molina, que a pesar de que salen muy poco, siempre se agradece.

Y en resumidas cuentas, es una película muy entretenida que se puede disfrutar en cualquier momento. Especialmente recomendada a aquellos auténticos fans de cualquiera de éstos actores, o a cualquiera que le guste el sabor del buen cine británico sin más.