El pantano de los cuervos (1974)

Más que miedo da vergüenza ajena y risa esta película de serie Z, coproducida por España y Ecuador. En primer lugar, el doblaje. Todos los actores (?) hablan español con acento de Valladolid, sean policías de Guayaquil o mendigos quechuas. Los científicos tienen todos apellidos ingleses o alemanes y son rubios. La historia es previsible, mala, y con fallos de guión terribles. El protagonista se cree que por repita varias veces mirando a la cámara el poema de "El cuervo" de Allan Poe ya da miedo.

Mención aparte merece el "americano", novio de la protagonista que sin venir a cuento no encasqueta un numerillo musical que sí que da terror.

Infumable.

Lo primero de todo, decir que no sale ni un solo cuervo en la película. Lo que salen son buitres, de alguna especie pequeña y oscura de esa zona, pero eso son buitres.

La película es un intento fallido de Frankenstein moderno, típica peli de doctor loco que experimenta con cadáveres con la intención de revivir a los muertos, pero con cosas poco atractivas, por un lado, y bastante raras, por otro.

Lo que no queda claro es el objetivo real del doctor en ningún momento, ni se explica ni se le da importancia ninguna (por algún motivo que desconozco), al por qué tiene el pantano lleno de ¨muertos vivientes¨ que simplemente permanecen ahí, sacando la cabecilla a ciertas horas del día, pero sin hacer nada más. Es bastante absurdo.

El inspector de policía es el mejor personaje de la película, es divertido, pasota y bastante cabroncete, y se las sabe todas.
Para ver una vez y olvidar... o mejor ni verla.