El Buitre (1967)

En la línea de esos films de serie B de los sesenta de la Hammer o su rival la Amicus, o incluso la American International, “The Vulture”, es un film que podría pasar por ser una muestra de cualquiera de estas productoras, de hecho, todo en la película, desde el guion hasta la puesta en escena pasando por decorados y títulos de crédito la alinean junto a esas producciones.
Desconocido pero interesante film el que aquí nos presenta Lawrence Huntington, (Contrabando, 1955), director y guionista de la cinta, en el que sería su último trabajo, ya que fallecería poco después.
Con la venganza como telón de fondo, el film transcurre por línea del género del terror y el imaginario sci-fi de las mutaciones, con una muy bien contada historia que se sostiene en un sólido reparto. La película con todas sus limitaciones evidentes de presupuesto, es correcta y mantiene el tono de interés en todo el metraje.
El legendario actor ruso Akim Tamiroff, (Sed de mal, 1958), encabeza el reparto junto a Robert Hutton (Invasores invisibles, 1959), Broderick Crawford, (Almas sin conciencia, 1955), Patrick Holt (Tráfico ilegal, 1968) y Diane Clare, (La plaga de los zombies, 1966), todos ellos, muy correctos en esta película.
Para los nostálgicos de la serie B del género fantástico, sin duda es un film agradable, que no les defraudara.

En plena época de auge del cine de terror de serie B gracias a productoras como la Hammer británica, aparecieron cintas que intentaban de alguna forma seguir la misma estela. Tal es el caso de “The Vulture”, dirigida por Lawrence Huntington, director de poco bagaje que con esta película haría su testamento cinematográfico.

El filme, de estética puramente de serie B en decorados y en planteamiento, se desarrolla en forma de diálogos e investigaciones acerca de unos extraños sucesos en una localidad inglesa, en la que parece haber una misteriosa criatura con forma de buitre y rostro humano. Tal es la imitación del estilo de la Hammer que también se mantiene ese ritmo cansino y a ratos excesivamente pausado de sus películas, pero esta vez sin el talento tras las cámaras de un Terence Fisher o un Val Guest, y sin el carisma en las actuaciones de un Peter Cushing o un Christopher Lee, sin ánimo de desmejorar el buen trabajo que el reparto realizó, especialmente Akim Tamiroff.

“The Vulture” continua siendo interesante como ejemplo de ese cine, seguidor de la moda del terror de tipo thriller, más intrigante que visual, y permitiéndose además incluir, aunque de forma muy “sui generis”, la clásica figura del “mad doctor”. Puede que lo intente, pero sigue careciendo de ese toque que hacía especiales las películas de la Hammer. Recomendable para sus seguidores.