Ciberinfierno: La investigación que destapó el horror (2022)

*La malicia del anonimato

Ciberinfierno es el ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando dejamos nuestra huella en internet. Las víctimas, niñas y mujeres jóvenes, terminaron envueltas en una red de abusos y chantajes de los que parecía imposible escapar. Vivir con el miedo de saber que centenares de personas conocen tus datos, tu dirección y están en posesión de tus fotos más íntimas.

Uno de los datos más escalofriante de este suceso, es saber que esta clase de abuso se puede cometer sin siquiera conocer al agresor o agresores. Desde la distancia. Todo ocurre a través de Telegram, una aplicación de chat como WhatsApp que permite el intercambio de archivos en salas grupales. Los agresores solo tienen que conseguir que la víctima acceda a un enlace a través de mentiras y ofertas de trabajo para tener acceso a todos sus datos, y así, atraparla en el infierno.

Como bien nos muestra Ciberinfierno, existe un exceso de confianza en el anonimato. Los haters y la gente que utiliza el refugio que proporciona internet para hundir a los demás, no es una novedad en nuestra sociedad. Pero los niveles de alcance en este caso son espeluznantes. Las barbaridades que dice y hace la gente cuando su identidad es desconocida, es lo que trae de cabeza a los periodistas y agentes involucrados en esta historia.

*Un documental cinematográfico

El conjunto de componentes del documental lo convierte en una película de suspense e investigación. Una película desgraciadamente verídica. La interpretación de los actores, las transiciones de escenas y hasta los gráficos. Hay un sentimiento incómodo durante todo el metraje. Ver la maldad de forma tan inmersiva hace hervir la sangre.

La recreación de escenas y fotografías censuradas que aparecen en el documental son en gran parte ficticias para proteger la identidad e integridad de las víctimas. Ciberinfierno cuenta con la aparición especial de investigadores y periodistas surcoreanos conocidos. Como es la aparición de la psicóloga forense Lee Soo-Jung. Todos aportan su visión en el caso y hacen hincapié en la importancia de tomarse el acoso hacia las mujeres más en serio, sin normalizar su abuso.

Visualmente, Ciberinfierno incluye unas animaciones maravillosas. Desde el arte del dibujo hasta el tono escalofriante que utiliza. Animaciones que permiten entender a la perfección el sentimiento de sofoco y terror de las víctimas, así como el acoso desmedido por parte de los creadores de las salas y sus participantes. Estas animaciones complementan a la perfección la historia que se cuenta y ayudan a censurar las partes más delicadas.

*Una mente maestra no exime a sus seguidores

Centenares de personas exigiendo videos y acciones despreciables a niñas y adolescentes. Aun así, parece que los únicos responsables del delito son los distribuidores y creadores de las salas. El documental muestra lo fácil que es olvidar a las decenas de personas que pagaron dinero y disfrutaron viendo, acosando y aterrorizando a las víctimas. ¿Qué exista una mente maestra, exime a todos sus seguidores de ser castigados?

Además, se sigue insistiendo en culpabilizar a la propia víctima. Hecho del que tampoco se escapa este suceso. Inocencia y necesidad juegan un papel importante en esta historia. Oír la edad de algunas de esas chicas pone los pelos de punta.

El mensaje de Ciberinfierno está claro: cualquiera puede ser estafado. Cualquiera puede convertirse en víctima. Mientras haya consumo de este tipo de contenido, existirán negocios en la dark web y en el mercado negro que consigan sacar beneficio a costa del bienestar de las víctimas.

*Conclusión

Recuerdo perfectamente cuando este caso salió a la luz. El horror de leer la cifra tan elevada de los participantes en esas salas. Ciberinfierno: La investigación que destapó el horror muestra vívidamente las estafas que se llevan a cabo en internet más frecuentemente de lo que nos imaginamos. La facilidad del chantaje y los avances en el robo de datos hace que pienses dos veces antes de compartir información personal en internet. Choi Jin-sung consigue capturar de forma impecable el horror de caer víctima de un fraude y el abuso despreciable hacia las mujeres, sobre todo hacia las más jóvenes.

Escrito por Gemma Rubio Massó

La realización entre el documento y la caracterización de algunos personajes hace que se haga mucho mas interesante.

Muestra de una forma tangencial una realidad a la que nos vemos sometidos diariamente y que por no estar en nuestra puerta de forma visible, simplemente lo ignoramos.