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El tiempo contigo

Animación. Fantástico. Drama. Romance Hotaka Morishima es un estudiante de secundaria que se muda a Tokio para dejar atrás su vida en una isla aislada del mundo. Allí conocerá a Akina Amano, una chica con el misterioso poder de manipular y controlar el clima a su antojo. Dirigida y escrita por Makoto Shinkai ("Your Name"). (FILMAFFINITY) Seleccionada por Japón para representar a su país en la categoría de 'mejor película internacional' (antiguamente película de habla no inglesa) de los Oscars 2020. [+]
El amor en tiempos lluviosos
La nueva película de Makoto Shinkai llega a nuestro territorio con una bendición prematura en la temporada de premios. Resulta que por primera vez desde hará ya veintidós años, Japón ha elegido una cinta de animación (la que ahora nos ocupa) para representar a dicho país en la concurridísima carrera por los Oscar. El último título de estas características que llegó a dicha posición fue ‘La princesa Mononoke’, de Hayao Miyazaki. O sea, que siguiendo la lógica académica, a uno le podría entrar la tentación de poner a un cineasta al mismo nivel que el otro.

Aunque en mi opinión, Shinkai está a años luz (por detrás, se entiende) de quien, entre otras muchas gestas, puede adjudicarse la co-paternidad de ese “reino sueños y locura” que es (o fue) el estudio Ghibli. Del mismo modo que, al menos de momento, y siempre a mi parecer, no puede atribuirse méritos que le sitúen siquiera a la estela de otros grandes maestros de la animación como lo son (o lo fueron) Isao Takahata, Katsuhiro Ôtomo, Satoshi Kon o Mamoru Oshii. Algunos de los más ilustres exponentes del precioso (y hasta la fecha incomparable) patrimonio japonés del anime... y aun así, ninguno de ellos alcanzó la posición que ahora mismo ostenta el director de ‘El tiempo contigo’.



Un extraño caso (o directamente “expediente X”, cuando se analiza a fondo la filmografía de uno y de los otros) que se explica, como decía, a través de los caprichosos designios académicos, casi siempre atentos a los vientos que soplan. Es decir, a las tendencias (o simplemente a las modas) que pueden garantizar la visibilidad de sus apuestas. O sea, que sospecho que si el filme en cuestión ha llegado de momento tan lejos en su consideración de “producto de prestigio”, es por el estado de renovada y extrema popularidad a nivel mundial que ahora mismo está experimentado la animación japonesa.

Algo que, para ser justos, en parte se explica por el recorrido artístico del propio Makoto Shinkai. El hombre viene de dirigir, recordemos, el mega-éxito comercial ‘Your Name’, película de pulso narrativo más que irregular, pero también muy hábil a la hora de adaptar las fórmulas de la animación nipona televisiva a una gran pantalla que, para mayor gusto del público otaku (y también de aquel que supuestamente no lo era), magnificaba el potencial emocional de la fórmula originaria. Lo hacía conjuntando de forma tempestiva la llamativa paleta de colores y luces marca de la casa, el uso igualmente característico de la música y esa tan común tendencia al grito ultrasónico.



Elementos que repiten puesto e intensidad en una alineación que poco cambia desde aquella última y a lo mejor demasiado idolatrada ocasión. Esto sí, ahora la función arranca con augurios apocalípticos. Como cabía esperar, esta es una historia de amor.. que no obstante está condicionada por una realidad (la nuestra) que efectivamente se presta mucho a terrores más típicos del fin del mundo. Y así lo anuncia una voz en off (la de uno de los protagonistas) que admite su parte de culpa en el mismísimo apocalipsis. Las desventuras románticas ya tienen esto, que a la que nos hemos querido dar cuenta, se han instalado totalmente en lo hiperbólico.

Solo que el funesto anuncio del enamorado se ve fundamento por una serie de tempranos saltos fantásticos. La exageración queda legitimada por un mundo (el nuestro) que, no hay duda, invita al exceso. En una clara alusión a la crisis climática que desgraciadamente está definiendo nuestra era, la acción de ‘El tiempo contigo’ transcurre en una ciudad anegada por una lluvia torrencial constante. La meteorología ha enloquecido; la naturaleza nos ha declarado la guerra. Negros nubarrones se ciernen sobre un mundo que solo podrá ver la luz (del Sol) gracias a la intervención divina de un ser literalmente caído del cielo. Estas son las reglas de un juego tan delirante que es difícil resistirse.



Al fin y al cabo, fuera del refugio que ofrecen las salas de cine, caen chaparrones (en el sentido literal y en el metafórico) demasiado parecidos al propuesto por Shinkai. La animación de este cineasta vuelve a fundamentar la conexión con la audiencia a partir de una filia pop que cala no solo en la gestión de los golpes de efecto, sino ya desde una superficie cuyo nivel de detallismo parece poner toda la atención en los objetos consumibles con los que se ha ido cimentando nuestra más moderna civilización. El hiperrealismo se destina al dibujo del envoltorio de productos (alimenticios, por ejemplo), de infraestructuras urbanas y del logo de grandes corporaciones.

Por el contrario, las formas más irreales (y estilizadas) se emplean para concretar esa magia en la que reside nuestra salvación. En ‘El tiempo contigo’, Makoto Shinkai aborda la fantasía como vía de escape con respecto a un planeta condenado. La salvación (o solución) está en una huida hacia adelante que se erige en principal motor narrativo. Entre esto y la habitual fe desmedida en la fuerza del amor (pacto en el que la mujer, por cierto, tiene voz pero no demasiado voto), el director puede contagiarnos (o repelernos, dependiendo de los gustos) con esa intensidad siempre al borde de la pasada de frenada. De gritona, de cursi, de irrisoria... Shinkai en su -desmedida- salsa; en permanente sintonía con las pulsiones pueriles que siguen latiendo dentro nuestro.
Escrita por Víctor Esquirol (FilmAffinity)
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