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The Silence

Terror. Ciencia ficción Al tratar de llegar a un refugio para escapar de unas terroríficas criaturas que detectan a sus presas por el sonido, una joven y su familia se encuentran con una secta. (FILMAFFINITY)
'Una película de Netlix'
Cuando uno termina de ver 'The Silence' en Netflix, antes incluso de acabar los créditos, en un momento en el que aún no ha dado tiempo a digerir el absurdo filmado por John R. Leonetti, la plataforma sugiere que no te vayas de ahí con el gancho de 'Las escalofriantes aventuras de Sabrina: Parte 2". Este hecho podría parecer trivial, pues no deja de ser el mecanismo habitual, pero esconde una interesante reflexión sobre cómo funciona y en qué se ha convertido Netflix con el paso de los años. El único punto en común entre ambas obras es la joven actriz Kiernan Shipka, protagonista de Sabrina y este esperpento de monster movie, un subproducto alemán de Constantin Film que ha pasado a formar parte del catálogo en favor de un algoritmo despersonalizado, en el que todo vale, incluso si esto hace más por restar que por sumar.



'The Silence' no deja de ser, ni más ni menos, que otra 'Película de Netflix'. Con todo lo que ello implica y ya casi convertido en un género en sí mismo. Su premisa, partiendo de una novela escrita por Tim Lebbon en 2015, es digna de una película de serie B de esas que en los '90 poblaban los videoclubs de barrio: durante una excavación en una mina, se libera a una especie de murciélagos monstruosos que llevaban siglos confinados y éstos comienzan a matar a la gente alrededor del globo. Se mueven por el sonido, por lo que para sobrevivir a ellos la clave es mantenerse en silencio. Por suerte para nuestra familia protagonista, los Andrews, su hija mayor es sorda, por lo que pueden hablar con signos.

El referente cinematográfico que se viene a la cabeza es 'Un lugar tranquilo' (A Quiet Place, 2018) de John Krasinski y sí, está claro que ha sido tomado en cuenta a la hora de configurar algunas de las bases de 'The Silence' incluso a pesar de que la novela en la que se basa sea anterior. También hay retazos de 'The Walking Dead', con esa lectura tan básica, pueril y descafeinada de un hecho que se nos ha contado y explicado mejor cientos de veces: que en casos extremos, en este contexto de apocalípsis, el verdadero peligro no son tanto las bestias o los agentes externos como la propia gente; las personas. Para llegar a esta tesis el film de John R. Leonetti necesita más de una hora, en la que se dedica a mostrarnos las rutinarias y poco terroríficas excursiones por el campo de sus protagonistas.



Tampoco se le puede pedir mucho a John R. Leonetti, un notable director de fotografía (colaborador habitual de James Wan, junto al que ha levantado los universos de Insidious y Expediente Warren), pero que en sus incursiones tras la cámara no ha hecho más que mediocridades. Una filmografía que se inició con 'Mortal Kombat: Aniquilación' y 'El efecto mariposa 2', cuyo punto más destacable es 'Annabelle', habla por sí sola. Y es una pena porque este tipo de historias siempre son interesantes y en realidad no requieren de mucho esfuerzo para dar de sí películas que sean, como poco, entretenidas.

Pero hay un problema de base y es que 'The Silence' no tiene muy claro a qué quiere aspirar. Como monster movie no funciona, porque más allá de un par de secuencias de impacto -que parecieran más una justificación para cubrir la cuota de sangre- da la impresión de que su intención sea más mostrar cómo vive esa poco interesante familia y cómo se relaciona con el entorno. Sin haber leído la novela y viendo en qué deriva su último tercio se entiende que hay una película mucho más interesante que no se ha alcanzado a contar. Y su crítica de 'el hombre es un lobo para el hombre', reflejada en dos torpes secuencias de brocha gorda y carentes de peso emocional, tienen tanto de riesgo como repasar las letras en un cuadernillo Rubio.



Tampoco ayuda que todo tenga un aspecto visual tan descuidado, con una fotografía marrón y apagada, más cercana a una película de The Asylum que lo que podríamos esperar de un film con cierta ambición. Pero en el fondo el tema se resume en lo que decíamos al principio: todo vale por el algoritmo. Las compras de Netflix en los mercados internacionales para rellenar su catálogo no tienen tanto que ve con la calidad de las películas como en cuántas de ellas salen estrellas que puedan relacionar con sus producciones originales. Funcionó así en casos como 'IO', 'Extinción' o 'Tau', películas fallidas en las que actores conocidos se limitaban a cobrar el cheque, al tiempo que la plataforma se permitía relacionarlas con obras mejores para así mantener un engagement. Forzado, por asociación. Pero está claro que les funciona.

'The Silence' no es, en resumen, ni mejor ni peor que todas esas malas películas sobre el apocalípsis con criaturas sanguinarias que persiguen a los humanos sin que éstos sepan que, ¡sorpresa!, el verdadero enemigo son ellos mismos. Sólo es otra película mediocre. O lo que es lo mismo, otra 'Película de Netflix'.
Escrita por Pablo González Taboada (FilmAffinity)
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