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La oveja Shaun. La película: Granjaguedón

Animación. Comedia. Aventuras. Infantil Unas extrañas luces planean sobre el cielo del tranquilo Mossingham anunciando la llegada de visitantes de una lejana galaxia, pero en la granja Mossy Bottom la oveja Shaun y el resto del rebaño siguen haciendo de las suyas… muy a pesar de Bitzer, su perro pastor. Tras esta incursión, una adorable extraterrestre de asombrosos poderes se queda en Tierra, y Shaun ve en ella una oportunidad de diversión alienígena. Pero antes ha de evitar ... [+]
¡La plastilina al poder!
La oveja Shaun llegó al cine desde el éxito televisivo. El personaje nació como una presencia secundaria en uno de los emblemas de los veteranos estudios británicos Aardman Studios (fundados nada menos que en 1972): el oscarizado cortometraje de 1995 "Wallace y Gromit. Un afeitado apurado". Como la oveja robaba a conciencia algunas secuencias de la función, se convirtió en protagonista de su propia serie, emitida desde 2007 a lo largo de cinco temporadas y más de 100 entregas. Y de ahí saltó a la pantalla grande en 2015 con "La oveja Shaun. La película", una divertida obra de espíritu artesanal, sin una sola palabra en todo su metraje y rodada, en plena era digital, en 'stop-motion'. Aardman Studios siempre se ha caracterizado por su querencia de la animación hecha a mano, todo un anacronismo en los tiempos que corren y un ejemplo de amor al oficio de crear emociones con figuras de plastilina animadas fotograma a fotograma. Obras como "Chicken Run: Evasión en la granja", "¡Piratas!" y "Ratónpolis" elevaron a la excelencia su trabajo.

Y he aquí que la oveja tiene recorrido para rato. Y los estudios Aardman, imaginación y talento para dar y tomar. Si "La oveja Shaun. La película: Granjaguedón" no es la mejor obra animada del año, va a estar muy cerca. Además, aparece filmada a lo grande: el equipo comenzó a trabajar a principios de 2017 y se han utilizado más de 30 unidades de rodaje que filmaban al mismo tiempo. Buenas cifras, en especial para una película que, en el apogeo del conceptualismo de Pixar, solo quiere contar una historia divertida (y vaya si lo consigue) y sublimar, de nuevo, el hecho de que sus personajes no pronuncien una sola palabra (ni siquiera entre los personajes humanos) y que estén fabricados con plastilina, en manos de los últimos resistentes a la invasión digital.



Ahora, como si de un regreso a "E.T." se tratase, Shaun tendrá que ejercer de Elliott ante la llegada a la Tierra de Lu-La, una extraterrestre de asombrosos poderes que ha sido dejada atrás por sus progenitores estelares en el apacible pueblo de Mossingham. De modo que Shaun y sus colegas de la granja habrán de aparcar el hecho de hacer de las suyas y de enfrentarse con las normas del perro pastor Bitzer para ayudar a establecer otro contacto en la tercera fase y, de paso, evitar los siniestros planes de una alevosa organización gubernamental que quiere atrapar al primer ser extraterrestre de la historia.

La delicia que ofrece "Granjaguedón" es, en ocasiones, ambrosía pura: entre guiños de todo tipo (desde "2001", con las melodías de "Así habló Zaratustra" y "El Danubio azul" incluidas, a "Expediente X", pasando por "Doctor Who" e incluso "Wall-E", y como muestra de su anclaje en el cine clásico, incluso ¡"Tiempos modernos"!), la obra supone un ejemplo de amor al cine animado, pero también un festival de diversión en el que los chavales se lo pasarán en grande (y los adultos que recuerden que una vez lo fueron, aún más). E incluye una 'set-piece' abrumadora, una extensa secuencia dentro de un supermercado en la que Lu-La aprovecha sus poderes para atiborrarse de refrescos y azúcares de todo tipo (el sueño de cualquier infante) y que culmina con el eructo más divertido y sideral de la historia del cine.



Entre una apabullante paleta de colores y gamberradas como el hecho de adornar una alocada secuencia con la música de los Chemical Brothers y su "Out of control", Aardman Studios plantea una película perfecta para alumbrar la llama de la cinefilia en los más pequeños. Y ejerce de ancla entre la animación tradicional y el género emblemático a la hora de crear efectos digitales: la ciencia ficción.

No cabe más que celebrar que Aardman siga en la brecha (ya ha anunciado una segunda entrega, para 2020, de "Evasión en la granja") y agradecer que aún sea posible asomarse a películas que enarbolan su amor al cine, su querencia por elaborar cada plano con una minuciosidad asombrosa y su entrega a la creación de una imagen apabullante en cada encuadre. "Granjaguedón" desprende la magia del cine verdadero, el creado a conciencia, el filmado desde el corazón. ¿Una película infantil? No: una película.
Escrita por Miguel Ángel Palomo (FilmAffinity)
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