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Spider-Man: Lejos de casa

Fantástico. Acción. Ciencia ficción Peter Parker decide irse junto a MJ, Ned y el resto de sus amigos a pasar unas vacaciones a Europa. Sin embargo, el plan de Parker por dejar de lado sus superpoderes durante unas semanas se ven truncados cuando Nick Fury contacta con él para solicitarle ayuda para frenar el ataque de unas criaturas elementales que están causando el caos en el continente. En ese momento, Parker vuelve a ponerse el traje de Spider-Man para cumplir con su labor. (FILMAFFINITY) [+]
Adolescentes en acción
Entre tantos regresos, nuevos comienzos, renacimientos y requetenacimientos, es normal que el espectador aficionado a Spiderman se pierda un poco (y lo llegado al cine no es nada en comparación con las revueltas que ha vivido el personaje en los cómics). Desde que Sam Raimi filmase entre 2002 y 2007 la trilogía que daba carta de naturaleza al Hombre Araña, el personaje ha conocido dos reinicios más, "The Amazing Spider-Man" y "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", en 2012 y 2014, con un estupendo Andrew Garfield encarnando al trepamuros, y "Spider-Man: Homecoming" en 2017, con Tom Holland en la piel del héroe. Bajo los rasgos de Holland, el personaje también ha aparecido en "Capitán América: Civil War", "Vengadores: Infinity War" y "Vengadores: Endgame". Y no hay que olvidar la extraordinaria contribución animada que supuso el año pasado "Spider-Man: Un nuevo universo".

En medio de todo ello, los marvelitas, siempre exigentes y siempre personales, tendrán sus películas predilectas y sus películas detestadas. Y echarán de menos más acción, más introspección, más humor o más gravedad, según sus preferencias. De modo que cada filme ha de tomar sus propias decisiones y abrazarlas sin vacilar. El Spiderman que interpreta Tom Holland acentúa su condición adolescente y abandona toda circunspección o solemnidad. De hecho, en esta entrega su principal conflicto vital será el de declararse al fin a su compañera de clase MJ.



"Spider-Man: Lejos de casa" lleva al arácnido y a un grupo de chavales de su instituto a un viaje turístico por Europa: Venecia, Praga, Berlín, Londres… Lo hace con ánimo de aligerar los contenidos de la película y de animar un tanto la acción con diferentes entornos, pero en más de una ocasión resulta un tanto bochornosa su resolución de tarjeta postal. Pero vayamos a lo importante: la trama de "Lejos de casa" sucede después de los conflictos narrados en "Vengadores: Endgame" y por aquí llegarán algunos de sus aciertos, como que la figura de Tony Stark sobrevuele todo el relato y que Peter Parker se encuentre abrumado por la pérdida y por la responsabilidad de hacer honor a su mentor. Buenas ideas que, no obstante, pecan de falta de desarrollo. Porque, finalmente, "Lejos de casa" no puede evitar quedarse a medio camino y alternar aciertos y errores, buenas ideas y tópicos explotados sin sofoco, intensas secuencias de acción y espectáculo mal entendido. E incluye algunos momentos de humor manejados con suma ineficacia, tan previsibles como bobalicones, demostrando que la comedia no es lo suyo. Durante el viaje, el peligro llega con la aparición de unos gigantescos seres monstruosos hechos de agua y de fuego, Los Elementales, a los que Paker combate con la ayuda de Nick Furia y de la nueva aparición de la franquicia, nada menos que Mysterio (uno de los personajes más enraizados entre los seguidores de los cómics), encarnado por un Jake Gyllenhaal que se hace rápidamente con el personaje.

La zona central de "Lejos de casa" supone un cierto bajón de ritmo solo animado por el giro de guion que agitará toda la segunda parte del relato (y que nadie en su juicio se atrevería a desvelar). Son momentos en los que uno se detiene a pensar que resulta un tanto chocante que en una obra tan gigantista, algunos de sus mejores instantes lleguen cuando están en pantalla los chavales protagonistas (pese a algunos chistes lamentables), en especial Zendaya, que logra superar cualquier reticencia previa con un trabajo sobrio, contenido y al tiempo muy expresivo, para convertirse, desde sus 23 años, en una creíble adolescente de 16.



Así, entre momentos estimulantes y situaciones pronosticables, la aventura se mueve en el terreno de la indefinición. Y entre sus mejores ideas aparece una reflexión (ligera, por supuesto) sobre el papel de la gran tecnología en la vida humana. Y sobre los mundos ilusorios que esta puede crear. "Es fácil engañar a la gente cuando ella misma se engaña" y "La gente necesita creer y hoy en día se cree cualquier cosa" son dos de las cavilaciones lanzadas desde la pantalla que, además, influyen decisivamente en la trama, lo que da pie a pensar en algunas secuencias del filme como casi una metáfora del propio cine, siempre apariencia de vida, siempre recreación ficticia de lo real.

El clímax de "Lejos de casa", extensísimo, es un potente ‘tour de force’, desarrollado en Londres, que se convierte en un apocalipsis de destrucción, un auténtico maremágnum digital que se adueña de la película con el objetivo de conseguir un enardecimiento de la aceleración y la espectacularidad. Y aunque tras "Vengadores: Endgame" todo clímax resulte inevitablemente empequeñecido, está bien logrado a pesar de que en ocasiones el montaje caiga en lo confuso (un pecado capital en cualquier secuencia de acción) y decepcione un tanto que Spiderman no se enfrente, en realidad, con un villano, sino con un ejército de cientos de drones que actúan a sus órdenes. Sin embargo, incluye una grata secuencia que resulta plenamente coherente con el material narrativo previo: en una aventura arácnida presidida por la presencia de la tecnología como pilar argumental, se intercalan unos momentos convertidos, literalmente, en una pieza de un videojuego.

Ah, para los presurosos, que hasta en los pases de prensa existen, sí, "Lejos de casa" incluye una secuencia post créditos, muy divertida además, que abre un posible camino por el que podrá desarrollarse una supuesta tercera entrega.
Escrita por Miguel Ángel Palomo (FilmAffinity)
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