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Voto de jaly:
9
7,2
86.270
Thriller. Acción. Drama. Cine negro
Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
3 de enero de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más allá del cúmulo de referencias, homenajes y parentescos cinematográficos que supone Drive, es esta una película que se convierte en una soberana obra de arte, al conjugar todos los elementos que convierten a una cinta (dirección, imagen, fotografía, guión, iconografía, música, sonido, planificación, detalles, interpretación...) en tal.
Debo reconocer que desconozco la obra anterior de Nicolas Winding Refn (eso que me he perdido, pero que también he ganado en sorpresa), pero no creo que lo que he visto en Drive haya sido fruto de la casualidad. Como digo en la introducción a esta crítica, el director es un maestro absoluto, capaz de manejar todos esos elementos para crear una obra en la que en todo momento nos encontramos con la adrenalina tan alta como justo en el instante anterior a un accidente de tráfico. Esto ocurre por la forma en que juega con la cámara, con la iluminación, con el ritmo sincopado entre secuencias de acción (vibrantes, explosivas, magistrales, rodadas con un brío y una elegancia inusuales), y secuencias de una calma rota, destrozada, por unos silencios que se convierten en protagonistas absolutos de una de las películas de acción más vivas, tensas y emocionantes que recuerdo.
Drive contiene también un poder tal capaz de crear iconos, de ser un ejercicio de estilo tan bien hecho que sus imágenes, su música, la tipografía de sus créditos, y sobre todo su personaje principal, sean como flashes inolvidables de un todo, una película que tras su aparente homenaje y espectáculo perfecto, esconde humanidad a raudales.
Y ocurre por ese guión repleto de silencios, de instantes en que su reparto (en el que no hay uno que no esté excepcional, a saber: Mulligan -qué gran actriz hemos ganado-, Brooks, Perlman, Isaacs, Cranston, Hendricks), da rienda suelta a unos personajes desbocados, que se apoderan de la acción sin apenas esfuerzo, sin anclarse en una naturalidad irreal, sin importarles la brutalidad de sus acciones, pero resultando al mismo tiempo no solo creíbles, sino tremendamente reales, característicos, plenos.
(Sigue sin spoiler)
Debo reconocer que desconozco la obra anterior de Nicolas Winding Refn (eso que me he perdido, pero que también he ganado en sorpresa), pero no creo que lo que he visto en Drive haya sido fruto de la casualidad. Como digo en la introducción a esta crítica, el director es un maestro absoluto, capaz de manejar todos esos elementos para crear una obra en la que en todo momento nos encontramos con la adrenalina tan alta como justo en el instante anterior a un accidente de tráfico. Esto ocurre por la forma en que juega con la cámara, con la iluminación, con el ritmo sincopado entre secuencias de acción (vibrantes, explosivas, magistrales, rodadas con un brío y una elegancia inusuales), y secuencias de una calma rota, destrozada, por unos silencios que se convierten en protagonistas absolutos de una de las películas de acción más vivas, tensas y emocionantes que recuerdo.
Drive contiene también un poder tal capaz de crear iconos, de ser un ejercicio de estilo tan bien hecho que sus imágenes, su música, la tipografía de sus créditos, y sobre todo su personaje principal, sean como flashes inolvidables de un todo, una película que tras su aparente homenaje y espectáculo perfecto, esconde humanidad a raudales.
Y ocurre por ese guión repleto de silencios, de instantes en que su reparto (en el que no hay uno que no esté excepcional, a saber: Mulligan -qué gran actriz hemos ganado-, Brooks, Perlman, Isaacs, Cranston, Hendricks), da rienda suelta a unos personajes desbocados, que se apoderan de la acción sin apenas esfuerzo, sin anclarse en una naturalidad irreal, sin importarles la brutalidad de sus acciones, pero resultando al mismo tiempo no solo creíbles, sino tremendamente reales, característicos, plenos.
(Sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero sin menospreciar al resto de los aciertos (que corta se queda esta palabra...), Drive no sería lo mismo sin la labor, presencia, energía, de Ryan Gosling. El actor, del que sobra decir que es de los mejores de su generación, posee una expresividad muda, la capacidad de estar aquí y ahora siendo una especie de presencia celestial. Su voz rota, su hosca pose, estilizada por unos elementos visuales irrepetibles, y sobre todo una mirada que destroza tanto como los accidentes de tráfico que protagoniza, son los rasgos de un sociópata en potencia y acto, una persona solitaria y callada, de dudosa esperanza vital (el placer que se atisba en su cara cuando rueda una escena recuerda a aquellos personajes del Crash de Cronenberg); reconvertida sin embargo, por obra y gracia de un guión magnífico, en un romántico vengador, un héroe sin heroicismos, un enamorado solitario y callado, capaz de llegar a cualquier parte por proteger a esas personas que representan sus quebradizas conexiones con una humanidad ausente, lejana.
El actor, con una composición envidiable, comprime todo el secreto de Drive: una película de una belleza formal pura, limpia, original; que a su vez es una desgarrada, imparable, recia, creación.
El actor, con una composición envidiable, comprime todo el secreto de Drive: una película de una belleza formal pura, limpia, original; que a su vez es una desgarrada, imparable, recia, creación.