13 de julio de 2009
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Instrospección del director armenio-canadiense sobre sus ancestros y el genocidio armenio, a manos turcas, de 1915.
Atom Egoyan homenajea a un pueblo orgulloso y a quienes intentaron parar la masacre, para que la frase que se atribuye a Hitler: ¿quién se acuerda ya del exterminio armenio?, no tenga valor alguno. Es pues, al margen de sus valores cinematográficos, un ejercicio terapéutico para restablecer la memoria.
Enlazando a todos los personajes, directa o indirectamente, en torno al rodaje de un film sobre la represión turca de principios del siglo XX, el director analiza de forma individual a los miembros de dos familias desestructuradas y sus problemáticas.
Un aduanero al borde de la jubilación y un joven de ascendencia armenia en constante búsqueda de la verdad son los ejes de esta historia que se ramifica de manera creíble y eficaz.
El compromiso y el claro posicionamiento del autor (Atom Egoyan) no permiten finales efectistas, ni falsos.
Hay tanto que ver, oir y reflexionar en esta película que mejor que os pongáis manos a la obra y agradezcáis con un aplauso la sinceridad y la apuesta por el debate y el diálogo.
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