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Voto de Cinemagavia:
7
Drama. Comedia Kyle y Mike son dos amigos que comparten un vínculo... Hasta que Mike se acuesta con la prometida de Kyle. Una amistad que ha durado décadas se ve comprometida por un solo acto. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2021
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Todo es divertido, con tal de que le suceda a otra persona

Covino refleja su ambición cinematográfica desde el principio, tan grande como para no limitarse a realizar una dirección plana; Cima a la amistad no es una mera sucesión de diálogos. En la primera escena, los dos protagonistas escalan en bicicleta una carretera de montaña en Francia y pelean porque Mike (Covino), aprovechando tener mejor condición física que su amigo, le revela a Kyle (Marvin) que ha tenido sexo con su prometida.

Esta escena, rodada en un largo plano secuencia, será un reflejo, la tónica general, del resto del filme. Una serie de capítulos irán describiendo pequeños fragmentos de sus vidas, siempre grabados en una sola toma. A partir de un guión alegre y brillante, a veces hilarante y a menudo amargo, la película avanza entre risas convencidas y chistes ingeniosos. Un drama que sabe mirar más allá del dolor, pero sin olvidarlo.

*Un recital de planos secuencia

Actualmente, el plano secuencia está totalmente integrado en el mundo audiovisual, tanto, que se ha convertido en una herramienta fundamental para los cineastas. No obstante, dar un uso especial a este plano ya no es motivo suficiente para salir satisfecho de una sala de cine, esta técnica necesita una justificación subtextual. No todo vale.

Si bien el plano secuencia aparece en el cine desde sus inicios, el desarrollo tecnológico ha contribuido a sacarle el máximo partido, llegando a veces a la sobreexplotación. Escenas magistrales en Boggie Nights (1997) de Paul Thomas Anderson, Hijos de los hombres (2006) de Cuarón o True Detective (2014) de Nic Pizzolatto. Y filmes completos como El arca rusa (2002) de Sokurov, Birdman (2014) de Iñárritu o, el último y oscarizado largometraje de Sam Mendes, 1917 (2019); el plano secuencia llevado hasta el Olimpo cinematográfico.

Sin embargo, Cima a la amistad da un uso diferente al plano secuencia, no busca la espectacularidad del cambio de escenario que sucede en las obras antes citadas, de hecho, pasan gran parte del tiempo en una misma habitación, sino que pretende hacernos partícipes de la historia. Aunque resulte un producto inédito, ya el director rumano Cristi Puiu dirigió en 2016 un filme con un objetivo muy similar, Sierranevada.

Planos secuencia entre cuatro paredes, escenas que se superponen mientras la cámara sigue a un personaje, diálogos cruzados, conversaciones paralelas y elisiones temporales técnicamente impecables.

*Conclusión

Cima a la amistad es una comedia ligera, un soplo de aire fresco. Se trata de siete episodios que respetan la unidad de tiempo y espacio, con interludios musicales por encima de la narrativa tradicional. Una obra delicada e insolente, nada trivial, que cuenta una historia de amistad de manera realista, divertida y muy cinematográfica, atractiva en lo visual y rítmicamente frenética.

Escrito por Soraya Unión Álvarez
Cinemagavia
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