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Voto de Cornapecha:
4
2020
Aaron Guzikowski (Creador), Ridley Scott ...
6,2
7.142
Serie de TV. Ciencia ficción. Drama
Serie de TV (2020-2022). 2 temporadas. 18 episodios. Dos androides, denominados "Padre" y "Madre", reciben la tarea de educar a un grupo de niños humanos en un misterioso y desértico planeta. A medida que las distintas colonias humanas comienzan a tener problemas a causa de sus diferencias religiosas, los androides descubren lo difícil que resulta controlar o incluso cambiar la opinión y las creencias de los seres humanos. (FILMAFFINITY) [+]
3 de octubre de 2020
202 de 327 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de las series de televisión está repleta de ideas que empezaron bien, incluso muy bien, para ir degenerando en algo completamente distinto a esa idea primigenia. Evolución que, parafraseando a Raised, normalmente fue una involución. La más icónica es, por supuesto, Perdidos, aquella serie que comenzó original e intrigante y acabó en un desbarre de sinsentidos y absurdidades encadenadas.
Pero al menos Lost tardó seis años en perderse a si misma en vueltas y más vueltas de guión. Raised by wolves ha batido el récord. En una temporada de diez capítulos ha conseguido coger una línea argumental clara, diáfana e interesante e ir liándose a si misma en giros cada vez más ininteligibles, que deberían intrigar al espectador pero en realidad acaban desconcertándolo, incapaz de entender hacia dónde quieren ir sus creadores.
La idea original estaba muy lograda, y los primeros episodios la iban desarrollando con elegante prudencia, abriendo algunos interrogantes (imprescindibles para intrigar al espectador) y completando poco a poco el puzzle. Los dos androides, los huérfanos, los mitraicos, el entorno hostil del planeta, todo ello se conjugaba para ir dando forma a la historia.
Pero en un momento indefinido, a la altura del quinto o sexto episodio, empieza a liarse la madeja. Los elementos fantásticos se imponen a los de la ci-fi, empiezan a pasar cosas absurdas e inexplicables que se van sucediendo sin orden ni concierto, se abren frentes que ya se intuye que no se van a cerrar y todo empieza a dar mala impresión.
Un elemento que permite identificar estos líos de guion en cualquier narración es cuando los personajes comienzan a hacer cosas absurdas y que no pegan con lo que nos habían contado. Enemigos feroces que en diez minutos son amigos íntimos, rehenes que estaban intentando huir se pasan al bando de sus captores, ateos que se convierten por un navajazo, viajes eternos sin razón racional, etc, etc...
Sin motivo aparente el planeta semidesértico se convierte en una acumulación exagerada de seres de todo tipo y pelaje, aparece gente por todas partes y todo el mundo empieza a oír y ver cosas raras. Como hay que justificar que pasen las absurdas movidas que se acumulan, empiezan los deux ex machina para que esto avance. Templos, agujeros, extraterrestres, bebés, soldados... Cualquier inverosimilitud es posible.
Y si hay un personaje que sufre más que ninguno este desconcierto, ese es Madre. A partir de una idea brillante, maravillosamente interpretada por Amanda Collin, se va degenerando en un sin fin de giros absurdos que van desgastando al personaje sin razón aparente.
Es una pena que se estropee así una idea original. Y es peor que se haga en apenas diez episodios, pero da miedo pensar en qué puede acabar este show, sobre todo si tiene éxito y empiezan a estirar aún más el chicle.
Pero al menos Lost tardó seis años en perderse a si misma en vueltas y más vueltas de guión. Raised by wolves ha batido el récord. En una temporada de diez capítulos ha conseguido coger una línea argumental clara, diáfana e interesante e ir liándose a si misma en giros cada vez más ininteligibles, que deberían intrigar al espectador pero en realidad acaban desconcertándolo, incapaz de entender hacia dónde quieren ir sus creadores.
La idea original estaba muy lograda, y los primeros episodios la iban desarrollando con elegante prudencia, abriendo algunos interrogantes (imprescindibles para intrigar al espectador) y completando poco a poco el puzzle. Los dos androides, los huérfanos, los mitraicos, el entorno hostil del planeta, todo ello se conjugaba para ir dando forma a la historia.
Pero en un momento indefinido, a la altura del quinto o sexto episodio, empieza a liarse la madeja. Los elementos fantásticos se imponen a los de la ci-fi, empiezan a pasar cosas absurdas e inexplicables que se van sucediendo sin orden ni concierto, se abren frentes que ya se intuye que no se van a cerrar y todo empieza a dar mala impresión.
Un elemento que permite identificar estos líos de guion en cualquier narración es cuando los personajes comienzan a hacer cosas absurdas y que no pegan con lo que nos habían contado. Enemigos feroces que en diez minutos son amigos íntimos, rehenes que estaban intentando huir se pasan al bando de sus captores, ateos que se convierten por un navajazo, viajes eternos sin razón racional, etc, etc...
Sin motivo aparente el planeta semidesértico se convierte en una acumulación exagerada de seres de todo tipo y pelaje, aparece gente por todas partes y todo el mundo empieza a oír y ver cosas raras. Como hay que justificar que pasen las absurdas movidas que se acumulan, empiezan los deux ex machina para que esto avance. Templos, agujeros, extraterrestres, bebés, soldados... Cualquier inverosimilitud es posible.
Y si hay un personaje que sufre más que ninguno este desconcierto, ese es Madre. A partir de una idea brillante, maravillosamente interpretada por Amanda Collin, se va degenerando en un sin fin de giros absurdos que van desgastando al personaje sin razón aparente.
Es una pena que se estropee así una idea original. Y es peor que se haga en apenas diez episodios, pero da miedo pensar en qué puede acabar este show, sobre todo si tiene éxito y empiezan a estirar aún más el chicle.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La serie tiene agujeros de guion aún más profundos que las misteriosas simas que, por lo visto, atraviesan el planeta estilo estaciones de metro. Cómo llegaron de la Tierra Madre y su familia en un simple lander a Kepler 22b, porque los mitraicos no tienen sus propios necromancers, como puede un androide tener sentimientos, por qué no usan el lander desde el principio para desplazarse, por qué nadie se aproxima a los restos del arca en busca de recursos hasta el final de la serie, cómo pueden ir andando los personajes de una localización a otra en minutos, por qué tardaron años en averiguar que los cultivos eran radioactivos si padre podía confirmar su estado con un simple mordisco, etc, etc...
Si mantuviesen una mínima coherencia esos errores podrían perdonarse, pero como eligen la absurdidad como modo de expresión, ellos mismos se condenan.
Si mantuviesen una mínima coherencia esos errores podrían perdonarse, pero como eligen la absurdidad como modo de expresión, ellos mismos se condenan.