Dentro de la tendencia de series que hacen remembranza a figuras destacadas en alguna labor —llámese cantantes, actores, ahora deportistas—, definitivamente Apache podría destacar, sin embargo la trama aunque ligada a él, su entorno y las circunstancias que sujetan a muchos de quienes lo rodean es lo que levanta el serial y se notara que Carlos Tevez es parte de ese todo en el cuál se reiteran las carencias de un sistema económico con alto grado de marginalidad.

Adrián Caetano lo vuelve hacer con una historia cruenta donde su protagonista se desenvuelve con muchas desventajas e infortunios, a partir del desdén materno, la ausencia paterna, un accidente a los pocos días de nacido, un barrio que ejerce su propia ley a punta de pistola y la venta de droga. Todo este engranaje social se ha vuelto el habitual entre algunos vecinos y forjan ese negro panorama para los futuros adultos que alineados a las filas del narcomenudeo encontrarán un caos casi anunciado. No obstante, para Tevez, ese desorden en el que se encuentra inmerso es más llevadero, al contar con el apoyo de sus padres más que tíos, así como encontrar en el fútbol el escape y fijar una meta representada con una casa, un destino más desahogado para él y su familia.

El serial tiene una gran plantilla de actores que cumplen a cabalidad en los roles ahí retratados, desde la fabulosa Sofía Gala en el papel de Fabiana, hasta llegar a Matías Recalt cómo Danilo, sin olvidar a Gregorio Barrios quienes se roban las escenas y hacen de que el desarrollo de la historia se vaya hacia sus propias necesidades, de afecto y reconocimiento con un destino fatal casi asegurado.

El fuerte apache es otro de los protagonistas. Esas grandes edificaciones guardan el dolor de la desintegración familiar, de la exclusión, de la falta de oportunidades y del confinamiento social del cual pocos logran salir. Con escenas que arraigan esa naturalidad necesaria para recrear la historia del futbolista y su entorno, el director y fotógrafo hacen lo suyo, con magníficos encuadres de ese desconsuelo que equipara toda la propuesta visual. Me queda en memoria una escena entre Hernán y su madre en algún rincón, donde la belleza de la fotografía resalta su valor en la filmación.

Adrián Caetano y Nicolás Goldar han destacado con Apache más que una remembranza biográfica del deportista, por una historia de denuncia, en qué el barrio se ha robado la atención del televidente.

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