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España España · málaga
Voto de nachete:
6
Terror Una antropóloga, acompañada de su hermano y una amiga, viajan al Amazonas para realizar unos estudios sobre una tribu supuestamente caníbal. Las cosas se complican cuando se encuentran en la selva con un despiadado traficante de drogas... (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2007
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prolongación aviesa del exitoso (por aquel entonces) subgénero antropofágico, Caníbal feroz es otro exploit purísimo y demencial del siempre interesante Umberto Lenzi, que ya se había aproximado al tema un año antes en Mangiati vivi (¿necesita traducción?), especie de secuela bastarda de la célebre Holocausto Caníbal. Realmente Caníbal feroz es otra secuela más del film de Deodato, pero Lenzi tiene el suficiente talento e ingenio como para que la cosa esta de comer seres humanos nos siga interesando y divirtiendo. Morbosa, sexy y con un evidente discurso crítico respecto a la mirada que sostiene el mundo occidental frente al buen salvaje (al que inoculan el virus de la barbarie: como una tesis doctoral de tercera sobre el origen de la antropofagia en las tribus indígenas), el film encierra en plena selva amazónica a unos incautos estudiantes y a un par de narcos para que un grupete de habitantes de la zona (un poco paradetes, eso sí) los vayan haciendo picadillo poco a poco.

Llegados a este punto está claro que el mensaje es lo de menos. Aquí lo que prima es el chorretón de sangre. Eso es Caníbal feroz: un buen gore. Qué digo bueno, un gore de puta madre, con unos alucinantes efectos especiales del gran Gino de Rossi. Por supuesto no faltan las necesarias dosis de exhibición corporal ni las capturas cuasidocumentales de animales sufriendo y muriendo en aras del buen cine de consumo de serie B. Por su espíritu amarillista diríase emparentada con la mítica Mondo Cane, el clásico cinéfago de Gualtiero Jacopetti. Mi principal reproche vendría por el montaje, carente de la fluidez y el dinamismo necesarios para evitar la sensación de agarrotamiento y amateurismo patente en varios de sus tramos. Aquí el buen ejemplo a seguir podría ser perfectamente Apocalypto. Pero bueno, ya sabemos que Lenzi se preocupa más del impacto de las partes que del equilibrio del Todo. No hay que tenérselo en cuenta, menos cuando el impacto del que hablamos es tan bestial.

Una recomendación segura para los amantes de la carne bien cruda y la casquería fina fina. Los de estómago delicado y/o afiliados a alguna sociedad protectora de animales, ni se os ocurra acercaros a ella, avisados estáis.

Lo mejor: no se corta un pelo.
Lo peor: lo absurdo de la historia.
nachete
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