Media votos
6,4
Votos
4.221
Críticas
702
Listas
12
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Taylor:
1
10 de enero de 2011
11 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título no engaña, amigos, pero yo, tampoco. Y eso significa que debéis creerme cuando os digo que esta peli no es más que otro mediocre, trillado y zafio thriller del montón cuya perversa moraleja revela, por si fuera poco, una total y absoluta carencia de ética, vergüenza y decoro.
Porque, vaya, una cosa es que Lieberman se haya pasado más o menos de rosca en lo que a violencia física respecta, pero lo que no es de cajón es que este hombre se pase por el forro cualquier atisbo de principio ético o moral utilizando como coartada emocional la brutal tortura y asesinato de un niño de 6 años para que el espectador de este engendrillo juzgue como absolutamente normal y corriente la despiadada venganza planeada por ese pijo y modélico matrimonio burgués. No, señores, no. El “ojo por ojo” quizás sea un proceder habitual o consentido en ciertas sociedades de arcaica e inflexible raigambre medieval pero buscar la complicidad con el espectador en un tema tan escabroso para, encima, acabar la peli dando lecciones de moral resulta -como poco- deleznable, repugnante y obsceno.
Punto de penalización, pues, para un gris y anodino thriller de patética factura televisiva cuya peor lacra, más que su incongruente guión, es -como ya he dicho antes- su carácter moralmente reprobable.
Porque, vaya, una cosa es que Lieberman se haya pasado más o menos de rosca en lo que a violencia física respecta, pero lo que no es de cajón es que este hombre se pase por el forro cualquier atisbo de principio ético o moral utilizando como coartada emocional la brutal tortura y asesinato de un niño de 6 años para que el espectador de este engendrillo juzgue como absolutamente normal y corriente la despiadada venganza planeada por ese pijo y modélico matrimonio burgués. No, señores, no. El “ojo por ojo” quizás sea un proceder habitual o consentido en ciertas sociedades de arcaica e inflexible raigambre medieval pero buscar la complicidad con el espectador en un tema tan escabroso para, encima, acabar la peli dando lecciones de moral resulta -como poco- deleznable, repugnante y obsceno.
Punto de penalización, pues, para un gris y anodino thriller de patética factura televisiva cuya peor lacra, más que su incongruente guión, es -como ya he dicho antes- su carácter moralmente reprobable.