La película no vale un pimiento. Es una comedia a base de conductas cochambrosas y una acción pésima, con largos tramos anodinos y carentes de gracia a pesar del esfuerzo de los malos por hacer reír. No obstante, el tuerto intenta por todos los medios ganarse el sueldo.
Los nativos debieron alucinar con el rodaje.
He visto a Rodolfo Bigotte y me ha parecido muy raro que estuviera ahí, pero es que lo he confundido con John Finch, de joven, y lo he consultado porque no me cuadraba por la edad. Ya me extrañaba.
El otro protagonista, el rubio de los rizos, da pena y no le va nada el papel y menos al lado de la reina de la selva. Es patético.
No obstante, pongo un 3 a la película por el buen trabajo de Sabrina Siani, la reina mona, como la llaman, porque se columpia por los árboles como Tarzán. Pero en realidad es que es mona, no por primate, si no porque es mona, guapa. Además de su buen hacer interpretativo, luce un vestuario acorde que es lo que más vale y lo que te engancha durante el metraje.