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Voto de floïd blue:
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Cine negro. Drama
Un honrado representante de la ley se encuentra en una situación desesperada: dispone de una sola noche para poner en orden las acusaciones que pesan sobre un mafioso ligado a las altas esferas del poder. No tiene otra salida, dado que el único testigo de cargo ha sido asesinado. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2012
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin conciencia es una lección obligada para aprender a disfrutar del buen cine, de cine con fuerte personalidad. Y el buen cine no está en los paisajes de colores, no está con las actrices de moda ni en donde lo dicen las estadísticas de recaudación. Ni mucho menos está donde lo dicen los entendidos.
No está en las películas de los directores que todo el mundo se sabe y nadie discute porque teme no salir en la foto, no está en las tres dimensiones, ni hace falta buscarlo en el Oriente ni en el Turkestán chino ni en el fondo del mar, ni crece en los árboles.
Ni tiene que ser melancólico ni tiene que ser de culto ni se tiene por qué alcanzar la gloria viéndolo ni sirve para mitines de grandes oradores. El buen cine es un lujo para disfrutar y compartir y está donde menos te lo esperas.
No está en las películas de los directores que todo el mundo se sabe y nadie discute porque teme no salir en la foto, no está en las tres dimensiones, ni hace falta buscarlo en el Oriente ni en el Turkestán chino ni en el fondo del mar, ni crece en los árboles.
Ni tiene que ser melancólico ni tiene que ser de culto ni se tiene por qué alcanzar la gloria viéndolo ni sirve para mitines de grandes oradores. El buen cine es un lujo para disfrutar y compartir y está donde menos te lo esperas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Debe ofrecer grandes escenas: para pasar vértigo en el patio de una comisaria y viendo a Bogart tener sujeto por la mano al que va caer al vacío. Llegar un coche de la policía de noche a una calle solitaria, en silencio absoluto. Contemplar cómo se afila una navaja al compás en una barbería. Ricco haciendo contratos. Defenderse a tiros al ver a los asesinos en el reflejo de la puerta de cristal.
También es necesaria una intriga cuidada especialmente. Se trata de un argumento encadenado hábilmente con una serie de testigos unidos por una particularidad: todos están acojonados. Temen al misterioso jefe más que a la muerte.
Y por supuesto: los personajes. No hay valor en alza que supere a Bogart contemplando con calma a un testigo y estallar en cólera de repente agarrándole por el pescuezo. No hay color; y esos caretos de los asesinos no se encuentran nada más que en películas sin conciencia como ésta.
También es necesaria una intriga cuidada especialmente. Se trata de un argumento encadenado hábilmente con una serie de testigos unidos por una particularidad: todos están acojonados. Temen al misterioso jefe más que a la muerte.
Y por supuesto: los personajes. No hay valor en alza que supere a Bogart contemplando con calma a un testigo y estallar en cólera de repente agarrándole por el pescuezo. No hay color; y esos caretos de los asesinos no se encuentran nada más que en películas sin conciencia como ésta.