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Voto de vircenguetorix:
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5.7
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Bélico. Drama
Guerra árabe-israelí de 1948. Tras la Segunda Guerra Mundial, el Coronel Marcus, un militar norteamericano de origen judío, no está satisfecho con los resultados de la contienda. Identificado con la causa hebrea, desobedece las órdenes de sus superiores y se pone al frente de las tropas judías que luchan contra los árabes para fundar el estado de Israel. Fue el primer general del ejército israelí. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2008
37 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece lícita la defensa de casi cualquier idea, soy un racionalista que siempre procuré que con argumentos se puede lograr cualquier cosa. Ahora bien, cuando los argumentos se presentan de forma parcial y sólo buscan endiosar a una parte y menospreciar a la contraria soy el primero que se posiciona en contra.
“La sombra de un gigante” es uno de los ejemplos más viles de la historia del cine a la hora de meter la propaganda y la manipulación utilizando el arte, lo cuál es doblemente condenable.
Hollywood en los años sesenta comenzó ya decididamente a posicionarse a favor de Israel en su conflicto con los países árabes. “Éxodo” de Preminger ya iba en esa línea, pero su mensaje no era tan descarado ni manipular. El súmmum se alcanzaría unos años después con esta película.
Dirigida por un director de segunda fila, de poco talento, que trabajó al calor de los dorados años cincuenta y sesenta, Melville Shavelson, el film en principio es un biopic sobre la vida de Mickey Marcus, Coronel norteamericano de origen judío que se convirtió en el primer general del ejercito de Israel durante la guerra de 1948.
Para el papel protagonista, que mejor que otro judío, como Kirk Douglas, y acompañándole un nutrido número de actores de la línea dura como John Wayne, Frank Sinatra o Yul Brynner.
Hasta ahí todo bien, es más, me parece admirable el coraje y la fuerza de esos primeros judíos en construir su Estado. Pero ya no puedo callarme cuando la película muestra toda clase de calumnias.
¿Por qué sólo vemos a las mujeres y niños judíos bailando y riendo y nunca aparecen su equivalencia de los palestinos?
¿Por qué omite la importante ayuda de la URSS en la fundación de Israel? ¿Entonces resultaría su causa menos simpática?
¿Por qué utiliza de esa forma tan vil, el tema del Holocausto, para justificar la ocupación ilegal de ciertas tierras de Palestina?
Pero vayamos con muchas falsedades históricas. Para empezar los emigrantes judíos no eran unos pobrecitos desamparados. El Histadrut, era una organización sionista mundial que contaba con cientos de millones de dólares y que facilitaba pasaje, alojamiento y tierras a los recién llegados, arruinando a los campesinos palestinos.
Los judíos cometieron toda clase de actos terroristas -que por supuesto no los encontrará en esta en esta cinta- y sus organizaciones como el Irgun o el Stern ahorcaban a oficiales británicos todos los días y se encargaban de volar el hotel Rey David en Jerusalén.
Los mismos “valientes” del Irgun, fueron los encargados de rodear el pueblo de Deir Yessin, con población civil y matar a 254 de los 300 habitantes del pueblo.
Otro tema que se incide es en el desamparo internacional con su causa. Falso, ya he señalado antes el apoyo soviético, pero es que además Estados Unidos no tardó en ayudarles y reconocerles, y es que Truman necesitaba el voto judío para las elecciones de 1948. Francia o Checoslovaquia les vendieron gran cantidad de armas.
“La sombra de un gigante” es uno de los ejemplos más viles de la historia del cine a la hora de meter la propaganda y la manipulación utilizando el arte, lo cuál es doblemente condenable.
Hollywood en los años sesenta comenzó ya decididamente a posicionarse a favor de Israel en su conflicto con los países árabes. “Éxodo” de Preminger ya iba en esa línea, pero su mensaje no era tan descarado ni manipular. El súmmum se alcanzaría unos años después con esta película.
Dirigida por un director de segunda fila, de poco talento, que trabajó al calor de los dorados años cincuenta y sesenta, Melville Shavelson, el film en principio es un biopic sobre la vida de Mickey Marcus, Coronel norteamericano de origen judío que se convirtió en el primer general del ejercito de Israel durante la guerra de 1948.
Para el papel protagonista, que mejor que otro judío, como Kirk Douglas, y acompañándole un nutrido número de actores de la línea dura como John Wayne, Frank Sinatra o Yul Brynner.
Hasta ahí todo bien, es más, me parece admirable el coraje y la fuerza de esos primeros judíos en construir su Estado. Pero ya no puedo callarme cuando la película muestra toda clase de calumnias.
¿Por qué sólo vemos a las mujeres y niños judíos bailando y riendo y nunca aparecen su equivalencia de los palestinos?
¿Por qué omite la importante ayuda de la URSS en la fundación de Israel? ¿Entonces resultaría su causa menos simpática?
¿Por qué utiliza de esa forma tan vil, el tema del Holocausto, para justificar la ocupación ilegal de ciertas tierras de Palestina?
Pero vayamos con muchas falsedades históricas. Para empezar los emigrantes judíos no eran unos pobrecitos desamparados. El Histadrut, era una organización sionista mundial que contaba con cientos de millones de dólares y que facilitaba pasaje, alojamiento y tierras a los recién llegados, arruinando a los campesinos palestinos.
Los judíos cometieron toda clase de actos terroristas -que por supuesto no los encontrará en esta en esta cinta- y sus organizaciones como el Irgun o el Stern ahorcaban a oficiales británicos todos los días y se encargaban de volar el hotel Rey David en Jerusalén.
Los mismos “valientes” del Irgun, fueron los encargados de rodear el pueblo de Deir Yessin, con población civil y matar a 254 de los 300 habitantes del pueblo.
Otro tema que se incide es en el desamparo internacional con su causa. Falso, ya he señalado antes el apoyo soviético, pero es que además Estados Unidos no tardó en ayudarles y reconocerles, y es que Truman necesitaba el voto judío para las elecciones de 1948. Francia o Checoslovaquia les vendieron gran cantidad de armas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Eso sin contar los más de 50 millones que la comunidad judía de Estados Unidos envió en 1948 para comprar armamento. Esa es otra. La película nos muestra a los judíos en jeeps o con una avioneta. Miren ustedes, en octubre de ese año 1948, las tropas judías tenían al menos dos docenas de aviones de combate, medio centenar de tanques, doscientos cañones y 60.000 hombres equipados perfectamente. No iban con un sifón como va Sinatra.
Y si alguien no tenía coordinación, eran los árabes, cada uno hizo la guerra por su cuenta, no los israelíes, que estuvieron todos a una. Por cierto, los que más se tomaron las resoluciones de naciones Unidas por la torera, fueron los judíos al no respetar el status internacional de Jerusalén.
Si hubiera presentado la historia con honestidad, con sus grandezas y miserias, hubiera valido la pena, pero cuando se ocultan hechos y se resaltan sólo los que interesan, no puedo más que condenarla.
Y no merece la pena seguir, si le doy un cuatro es por las dos razones de Senta Berger (“Mayor Dundee”, “La cruz de hierro”) y porque Kirk Douglas siempre será uno de mis actores preferidos, aunque a veces participará en películas de bochornosas como esta.
Y si alguien no tenía coordinación, eran los árabes, cada uno hizo la guerra por su cuenta, no los israelíes, que estuvieron todos a una. Por cierto, los que más se tomaron las resoluciones de naciones Unidas por la torera, fueron los judíos al no respetar el status internacional de Jerusalén.
Si hubiera presentado la historia con honestidad, con sus grandezas y miserias, hubiera valido la pena, pero cuando se ocultan hechos y se resaltan sólo los que interesan, no puedo más que condenarla.
Y no merece la pena seguir, si le doy un cuatro es por las dos razones de Senta Berger (“Mayor Dundee”, “La cruz de hierro”) y porque Kirk Douglas siempre será uno de mis actores preferidos, aunque a veces participará en películas de bochornosas como esta.