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Voto de Tak:
8
13 de junio de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos aquí ante una película de terror que me parece una obra capital en el género. El film de Georges Franju, rodado en 1960 es una piedra angular sin la cual no existirían otras películas como "La piel que habito", "Goodnight Mommy", "Abre los ojos", "Martyrs", la más reciente "La casa del terror" y hasta "Cara a cara", si me apuráis un poco. Películas de diferentes décadas, géneros y directores.
"Los ojos sin rostro" es una película muy poética, casi lírica, que mezcla el drama victoriano con las novelas góticas de fantasmas. No tanto en su contenido como en sus maneras. Creo que Guillermo del Toro aprecia mucho esta película y podría hacer un remake fantástico, si un día tiene la oportunidad. La historia trata de un médico loco que secuestra a jovencitas para arrancarles el rostro y trasplantárselo a su hija, horriblemente desfigurada por un accidente de coche del que él se siente responsable.
El miedo universal a quedarse sin rostro es más que evidente, pero lo que no lo es tanto es la inteligencia que demuestra Franju en la forma de contar la historia.
Lo cuento en la Zona spoiler...
"Los ojos sin rostro" es una película muy poética, casi lírica, que mezcla el drama victoriano con las novelas góticas de fantasmas. No tanto en su contenido como en sus maneras. Creo que Guillermo del Toro aprecia mucho esta película y podría hacer un remake fantástico, si un día tiene la oportunidad. La historia trata de un médico loco que secuestra a jovencitas para arrancarles el rostro y trasplantárselo a su hija, horriblemente desfigurada por un accidente de coche del que él se siente responsable.
El miedo universal a quedarse sin rostro es más que evidente, pero lo que no lo es tanto es la inteligencia que demuestra Franju en la forma de contar la historia.
Lo cuento en la Zona spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Al principio, nos encontramos con una rutina pretendidamente lenta, donde vemos a la mujer sin cara pasear por la enorme casa. Cada vez que parece que vamos a ver su rostro demacrado, el director elige emplear una serie de encuadres donde éste nunca se nos es revelado.
¿Qué efecto se consigue con esto? Pues que el espectador piense: OK, es una película de 1960. No tenían medios para maquillar un rostro sin carne, ni estaba de moda el cine gore que muestre este tipo de imágenes tan grotescas. Así que, desde tu colchón de comodidad, vas viendo tranquilamente cómo avanza la trama sin muchos sobresaltos.
Ay amigo, entonces es cuando llega el mazazo. Cuando durante media película no has visto ni una sola imagen impactante y el director ha potenciado un ambiente casi onírico dentro de la mansión… justo entonces, vemos una operación de trasplante de cara con todos… y repito… todos sus detalles:
-Los rotuladores indicando el camino que dibujará el bisturí
-Las pinzas… muchas pinzas… sujetando los bordes para despegar la carne…
-Cada incisión, cada gota de sudor del médico.
Esa es la escena de la película. Es muy larga y es muy intensa. Y cuando uno la está viendo, empieza a comprender las otras películas que he comentado al principio de la crítica.
Entiendo el personaje de Banderas en "La piel que habito", comprendo el maquillaje de la protagonista de "Goodbye Mommy", sé de dónde ha tomado el tempo y la pausa el salvaje final de "Martyrs"… y comprendo en todo su esplendor la grandeza de esta película, que influyó a tantas otras de diferentes países y géneros, pero que posiblemente no tendríamos hoy si en 1960 no se hubiese rodado "Los ojos sin rostro".
Y la frase del médico al inicio de la película, toma así un cariz premonitorio: “El futuro debería haber existido hace mucho tiempo”. Posiblemente sin saberlo, ésta película estaba marcando las claves del cine de terror del futuro. Y no lo hacía a través de gritos ni persecuciones, si no con los ojos a través de un rostro de porcelana. Una máscara con gesto triste, como la película.
Lo mejor: la atmósfera, se mete debajo de tu piel (nunca mejor dicho)
Lo peor: no es tan conocida para el gran público
¿Qué efecto se consigue con esto? Pues que el espectador piense: OK, es una película de 1960. No tenían medios para maquillar un rostro sin carne, ni estaba de moda el cine gore que muestre este tipo de imágenes tan grotescas. Así que, desde tu colchón de comodidad, vas viendo tranquilamente cómo avanza la trama sin muchos sobresaltos.
Ay amigo, entonces es cuando llega el mazazo. Cuando durante media película no has visto ni una sola imagen impactante y el director ha potenciado un ambiente casi onírico dentro de la mansión… justo entonces, vemos una operación de trasplante de cara con todos… y repito… todos sus detalles:
-Los rotuladores indicando el camino que dibujará el bisturí
-Las pinzas… muchas pinzas… sujetando los bordes para despegar la carne…
-Cada incisión, cada gota de sudor del médico.
Esa es la escena de la película. Es muy larga y es muy intensa. Y cuando uno la está viendo, empieza a comprender las otras películas que he comentado al principio de la crítica.
Entiendo el personaje de Banderas en "La piel que habito", comprendo el maquillaje de la protagonista de "Goodbye Mommy", sé de dónde ha tomado el tempo y la pausa el salvaje final de "Martyrs"… y comprendo en todo su esplendor la grandeza de esta película, que influyó a tantas otras de diferentes países y géneros, pero que posiblemente no tendríamos hoy si en 1960 no se hubiese rodado "Los ojos sin rostro".
Y la frase del médico al inicio de la película, toma así un cariz premonitorio: “El futuro debería haber existido hace mucho tiempo”. Posiblemente sin saberlo, ésta película estaba marcando las claves del cine de terror del futuro. Y no lo hacía a través de gritos ni persecuciones, si no con los ojos a través de un rostro de porcelana. Una máscara con gesto triste, como la película.
Lo mejor: la atmósfera, se mete debajo de tu piel (nunca mejor dicho)
Lo peor: no es tan conocida para el gran público