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Voto de jastarloa:
8
6.7
16,718
Intriga. Thriller
Steve Everett es un periodista de investigación alcohólico y mujeriego. Su estilo de vida no sólo lo ha desprestigiado profesionalmente, sino que además ha arruinado su matrimonio. Encuentra una inesperada oportunidad de rehabilitación cuando le encargan una entrevista con un condenado a muerte en la víspera de su ejecución. A pesar de ello, decide investigar por su cuenta y ciertos indicios le hacen sospechar que el hombre que va a ser ... [+]
10 de diciembre de 2005
62 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy interesante, con momentos realmente soberbios. Esta vez son un acierto el típico personaje "eastwoodiano", oscuro y problemático, y su estilo narrativo, siempre claro, lineal y con mucho sentido del humor –esta película es la mejor prueba de que se pueden tratar temas serios de forma entretenida, sin dejar por ello de lado las críticas ni las reflexiones–.
Se ve que a Andrew Klavan le gustó "¡Quiero vivir!" y decidió ponerse en la piel del periodista que intenta ayudar a la protagonista al escribir su novela. Esta historia se aleja, por tanto, de la descripción del condenado para centrarse en la investigación. Es otro punto de vista, en principio más entretenido, pero finalmente no tan sobrecogedor como el que se eligió en la película de 1958 y en otros dramas contra la pena de muerte. La dirección de Robert Wise fue mejor, aunque ésta la supera en el apartado actoral.
Curiosidades: la niña que hace de hija de Eastwood en esta ficción es su hija en la realidad; la mujer de Eastwood aparece haciendo de presentadora de televisión (creo que es uno de los corresponsales que se resguardan bajo un colorido paraguas mientras explican el procedimiento de la ejecución).
Se ve que a Andrew Klavan le gustó "¡Quiero vivir!" y decidió ponerse en la piel del periodista que intenta ayudar a la protagonista al escribir su novela. Esta historia se aleja, por tanto, de la descripción del condenado para centrarse en la investigación. Es otro punto de vista, en principio más entretenido, pero finalmente no tan sobrecogedor como el que se eligió en la película de 1958 y en otros dramas contra la pena de muerte. La dirección de Robert Wise fue mejor, aunque ésta la supera en el apartado actoral.
Curiosidades: la niña que hace de hija de Eastwood en esta ficción es su hija en la realidad; la mujer de Eastwood aparece haciendo de presentadora de televisión (creo que es uno de los corresponsales que se resguardan bajo un colorido paraguas mientras explican el procedimiento de la ejecución).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tengo una sugerencia que me parece que habría mejorado la parte final: creo que habría sido más efectivo insinuar cuando Clint está emborrachándose que ha encontrado la solución, pero sin desvelar todavía lo del colgante –podría salir apresuradamente del bar, quedando claro que va a intentar salvar al condenado en una carrera contra reloj–; después, mostraríamos todo el proceso de la inyección letal hasta que lo tienen todo preparado, momento en el cual enlazaríamos con Clint y la abuela del chaval negro y se explicaría todo el tinglado. Así nos ahorraríamos esa persecución en coche que resulta tan forzada y seguiríamos manteniendo la tensión.
Los momentos finales también serían fácilmente mejorables, simplemente dejando el fundido de la mano de la mujer golpeando el cristal; no hacía falta decir nada más. Creo que no es culpa de Clint, sino que los productores metieron sus zarpas de por medio, como siempre, para estropear gran parte del alegato. Se ve que las "demócratas" mentes estadounidenses no quieren ver la realidad... no soportarían verla, se taparían los ojos en el cine y saldrían con mal sabor de boca si el "negro" inocente hubiera muerto finalmente.
Los momentos finales también serían fácilmente mejorables, simplemente dejando el fundido de la mano de la mujer golpeando el cristal; no hacía falta decir nada más. Creo que no es culpa de Clint, sino que los productores metieron sus zarpas de por medio, como siempre, para estropear gran parte del alegato. Se ve que las "demócratas" mentes estadounidenses no quieren ver la realidad... no soportarían verla, se taparían los ojos en el cine y saldrían con mal sabor de boca si el "negro" inocente hubiera muerto finalmente.