Quien sabe que sería hoy en día de Tarantino sin un hombre: Terry Gilliam. Este fue el único que apoyo al futuro genio del cine. Después de aquel corto amateur, Tarantino se aventuró, de la mano de Lawrence Bender, en el proyecto de Reservoir Dogs. Esto es una prueba de que en Hollywood, el dólar no es tan importante. Como un chaval que trabajaba en un videoclub ha cambiado el cine. Como ha marcado a millones de personas (entre las que me encuentro). El valor artístico no es muuy destacable. No tiene el sello de QT. Su valor radica en su historia.

Un interesante blockbuster de submarinos. Parce una de esas películas de los años ochenta y noventa que abundaban (La caza del Octubre Rojo, K-19: The Widowmaker, Marea roja...). Cuenta con unas buenas actuaciones por parte de Gerard Butler y Gary Oldman, aunque lo peor del film es su guion, muy poco original. Una interesante cinta para entretenerse acompañado de unas buenas palomitas (aunque las de los Yelmo de mi ciudad saben a carbón).

PD: Una buena BSO.

Mi nota: 6,4

Bocadillo no es una película, ni una broma, ni un vacilada, es un insulto. No sé lo que pensó el señor Ismael Prego, alías Wismichu, a la hora de crear este horripilante film, por llamarlo de alguna forma, la verdad. ¿Actuaciones? ¿Guion? ¿Diálogos? ¡Insulto! ¡Insulto al cine! y lo peor de todo, es que el festival de Sitges decidió proyectarla. Vergonzoso.

Mi nota: 1,0

Hay películas de las que se podría hablar horas y horas, que dan de que hablar. Me refiero a grandes cintas como "Pulp Fiction", "Doce hombres sin piedad" o "Seven", entre otras. Pero, cuando una película no te sube ni te baja ni un solo grado la temperatura del cuerpo, significa que es mala. Esta basura, es mala. Lo mejor, (o lo único bueno) es que es corta, y que resulta ser tan mala que hasta te ríes. Te ríes de esos efectos especiales que un mono analfabeto habría hecho mejor. Te ríes de esos asquerosos actores. Te ríes de los diálogos insustanciales. De su dirección. De su banda sonora. De todas las decisiones de los guionistas. Pero no es una risa agradable, sino una risa malévola, del que se ríe con maldad de un grupo de incompetentes que, ante tus ojos, crean mierda a partir de cero.

Mi nota: tan mala qué no se que poner, así que le pongo un: 1,4.

"La casa muda" realiza una puesta en escena simple, pero eficaz, aunque el guion la va abandonando poco a poco, llegando a hacer que la película resulte incongruente y llenando la cinta de sinsentidos que hacen perderse al espectador en una nube de fallos narrativos. Pese a todo eso, consigue mantener la tensión y los nervios a flor de piel, gracias a una Elizabeth Olen que pone los pelos de punta, realizando la que es, seguramente, su mejor actuación, sin llegar a salvar los muebles debido a un muy mal guion y a un final decepcionante.

Mi nota: 4,5