12 de diciembre de 2006
54 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una obra de teatro y una película a la vez. El director danés, Lars Von Trier, aborda el tema filosófico de "Una cosa es predicar y otra dar trigo", que él lo enfoca con el dicho latino DICTUM AC FACTUM (Dicho y hecho); es decir, la hipocresía humana que desplegamos ante un recién llegado, mostrándonos al principio como personas morales, éticas o buenas (buenismo) y luego en cuanto han pasado los primeros días y la careta de "buenos" ya nos pesa demasiado, la dejamos caer y aparece entonces la cara real desagradable de quienes en verdad somos: éticos y buenos de conveniencia. Lo cierto es que cobramos por los favores que hacemos y casi siempre muchísimo más caro que lo que vale el servicio o la caridad prestada. En esta obra teatral-película, los hospitalarios, buenos, éticos y morales habitantes de Dogville acogen buenamente a una mujer perseguida por el mal, la acogen pero bajo la apariencia de gente buena que libra del mal, luego resulta que sus bondades degeneran en males peores que el mal del cual intentaban proteger a la extraña. El mensaje de esta obra es tremendo pero bastante real: por lo general el "buenismo" que se presenta como bueno, pueden resultar "insanamente bueno", tanto que acaba atrayendo al propio MAL MAYOR, "demonio" u "horma de su zapato". También cabe acá el mensaje universal que popularmente reza: "De las aguas mansas que me libre Dios, que de las bravas ya sé librarme yo". Notable película para espectadores que gusten de ver cine-teatro filosófico-reflexivo.
Fej Delvahe
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