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Voto de mnemea:
8
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Terror. Comedia
Un científico descubre en Skull Island un ejemplar muy extraño de mono rata al que acompaña una terrible maldición, según los nativos. El ejemplar es trasladado a Nueva Zelanda para su estudio. Por otra parte, Lionel es un joven que vive con su insoportable madre, que no aprueba la relación que acaba de comenzar con Paquita, la hija del tendero. Cuando los dos enamorados realizan una visita al zoológico, ella les vigila en secreto, y ... [+]
13 de julio de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Duele, quema, abrasa, asusta... hoy una de zombies, mejor una con clase, estilo, sentido común... aunque... es una sobre madres zombies... bueno, entonces mejor una con chistes malos, cabezas colgando y cantidades supremas de sangre y pus.
Hay distintos motivos para ver esta película, un clásico novedoso, monos-ratas feos, que un paseo por la zona de los lácteos refrigerados de cualquier supermercado se convierta en una extraña sensación de risa y asco, dudar de las relaciones materno filiales de los caballeros de armadura oxidada de tus alrededores, sentir de nuevo el aliento al recordar que no eres enfermera de cofia en la cabeza, por eso de no ver o sufrir la sangre (visto desde el respeto que le causan las enfermeras con cofia a mi persona), zombies salidos, bebés con alma de cabroncetes, y por qué no, el amor, fuera de todo pronóstico, algo me emocionó, al oír a Paquita decir: ¡Lainol!?! ¡Tu madre se ha comido a mi perro! y luego ser tremendamente comprensiva... oh, qué gran frase.
Seguro que también hay motivos para no verla, que la aprensión invada tus pesadillas, que no te interese lo más mínimo este tipo de cine, que no entiendas las múltiples lecturas que se le puede dar a una película de zombies. Yo necesitaba ver la película, no tengo mejores argumentos, simplemente la diversión es siempre un aliciente.
Hay distintos motivos para ver esta película, un clásico novedoso, monos-ratas feos, que un paseo por la zona de los lácteos refrigerados de cualquier supermercado se convierta en una extraña sensación de risa y asco, dudar de las relaciones materno filiales de los caballeros de armadura oxidada de tus alrededores, sentir de nuevo el aliento al recordar que no eres enfermera de cofia en la cabeza, por eso de no ver o sufrir la sangre (visto desde el respeto que le causan las enfermeras con cofia a mi persona), zombies salidos, bebés con alma de cabroncetes, y por qué no, el amor, fuera de todo pronóstico, algo me emocionó, al oír a Paquita decir: ¡Lainol!?! ¡Tu madre se ha comido a mi perro! y luego ser tremendamente comprensiva... oh, qué gran frase.
Seguro que también hay motivos para no verla, que la aprensión invada tus pesadillas, que no te interese lo más mínimo este tipo de cine, que no entiendas las múltiples lecturas que se le puede dar a una película de zombies. Yo necesitaba ver la película, no tengo mejores argumentos, simplemente la diversión es siempre un aliciente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El desenlace sí fue el fin de fiesta de una gran bacanal con un cortacésped como protagonista. Pese a esa eterna escena, llega por fin ese detalle rebuscado, por un momento creí trasladarme en el espacio y el tiempo, super mamá parecía el muñeco central de una falla, sí, las valencianas, no las de los volcanes, y decide meter en sus entrañas a su querido hijo, ¿y cómo terminan siempre las fallas? explotando desde dentro, siempre su interior es su traición, la gran explosión que precede al fuego, muchas llamas y todos a dormir. Así que al terminar, duele, quema, abrasa, proporciona carcajadas y limita el pensamiento. Un objetivo cumplido.