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Voto de Sibila de Delfos:
9
Drama Charlie Babbitt (Tom Cruise), un joven egoísta que espera heredar la fortuna de su difunto padre, se entera de que el beneficiario es su hermano Raymond (Dustin Hoffman), un autista al que no conoce, porque ha vivido siempre recluido en un centro especial. Ambos harán un largo viaje a través de los Estados Unidos. Al principio, a Charlie, el extravagante comportamiento de su hermano lo irrita y lo desconcierta, pero, poco a poco, ... [+]
4 de marzo de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rain Man es casi una obra maestra.
No lo es porque es de recibo admitir que quizás le sobran diez o quince minutos y tiene un par de bajones leves de ritmo (antes y después del viaje a Las Vegas).
Pero la cinta de Barry Levinson es un regalo y una maravilla porque combina todo lo que hace buena a una película: entretenimiento, personajes interesantes y bien desarrollados, actores maravillosos, situaciones dramáticamente potentes y sobre todo emoción, mucha emoción. Es quizás uno de los retratos más conmovedores jamás filmados del amor entre hermanos y de cómo mediante ese amor es posible salvar todas las diferencias. Resulta difícil encontrar dos personas tan distintas en carácter e intereses que Charlie y Raymond (el uno obsesionado con los negocios y el dinero y viviendo la vida por el lado rápido, el otro autista, sencillo y con rutinas que no quiere ni puede salvarse) y por eso la manera en que conectan, mediante un encadenado de escenas memorables y brillantemente escritas, resulta tan asomborsamente perfecta y conmovedora.
Pero si por algo se recuerda y recordará siempre Rain Man es por la sobrecogedora interpretación de Dustin Hoffman, quien logra hacer adorable a Raymond Babbitt y grabarlo en la memoria de los espectadores a base de miradas, cariño, carisma, sentido del humor y un respeto absoluto por el autismo y todos los que lo sufren. Es tanta la empatía que consigue Hoffman que todos desearíamos tener un hermano como Ray para abrazarlo, cruzar Estados Unidos en coche (no en avión) juntos y contar cartas en Las Vegas con él.
Una película verdaderamente conmovedora y magnífica.

Lo mejor: El guión, soberbio, y un Dustin Hoffman en permanente estado de gracia (sin olvidar tampoco a Tom Cruise, complemento perfecto del protagonista de El graduado)
Lo peor: Es demasiado larga. Es posible que le sobren diez o quince minutos.
Sibila de Delfos
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