No es que yo vaya a echar de menos "La casa de la pradera", pero la verdad es que tanta familia disfuncional y tanto personaje políticamente incorrecto en las series me empiezan a cansar. Aparte de éste, he visto un par de capítulos pilotos más de nuevas series de comedia estrenadas este año y el enfoque es prácticamente el mismo: padres drogatas o adictos al sexo, abuelos la mar de guays redimiéndose de un pasado alcohólico, tiburones sin escrúpulos en los negocios, pero en plan simpático... Lo políticamente incorrecto deja de serlo cuando se convierte en norma habitual; en ese caso pasa a ser únicamente un valor en alza para vender mejor una serie, o sea: algo de lo más políticamente correcto. No sé si me explico. Por lo demás, esta serie es visualmente cañera, tiene sus puntitos y no se te hace pesada (claro que hablo únicamente del primer episodio, que es lo que se ha podido ver hasta ahora). Eso sí, tiene la profundidad de un plato sopero, aunque a muchos supongo que les parecerá una meditada diatriba contra la banca y eso. Como serie de humor, creo que es poco gamberra y demasiado prefabricada y como crítica ácida, pues ya he dicho que no cuela.

Crítica 74