Estaban Selznick, Zanuck o Evans. Productores legendarios con una capacidad única para sacar petróleo y calidad del rincón más inesperado. En España, como somos "asín" nos ha tocado en gracia tener a Danie Écija, que es un superdotado para la creación de series españolas de éxito. Hasta ahí estamos de acuerdo. Otra cosa es que estas sean buenas. No suelo ver la televisión, salvo momentos puntuales, y ayer, en qué momento, me decidí a encenderla mientras cenaba. ¿Qué me encuentro? Una serie que en ningún momento identifiqué si era comedia o drama, con un reguero de tópicos a cada cual más maniqueo, y una producción tan lamentable que los ojos se me pusieron como platos al ver la espectacular secuencias de encadenados tras el disparo en el bar, amén de unos decorados que cantan a decorados. ¿Cómo lo hacen los americanos para crear series donde los decorados parezcan un lugar real y el aspecto visual sea algo más que poner focos de manera arbitraria?. La disección de la serie está clara: cuenta con todos los ingredientes básicos de las producciones made in Écija, por lo que la hace sencillamente abominable.

Tenemos una serie protagonizada por alguien tan pretendidamente genial que únicamente termina por ser previsible, secundado por el clásico egoísta-avaro-graciosote y la parienta con la que tendremos una constante relación de amor-odio hasta que la serie dure, que a este paso será mucho, vista la relación diametralmente opuesta entre calidad-audiencia que tan bien le funciona a este señor. Por ahí veremos también a la clásica hija del abogado prestigioso que está ahí por el nombre, y que estará buena (aunque el hecho de que Silvia Marty esté buena es empiricamente improbable), una tía que nunca sabemos muy bien qué función cumple en la empresa pero que tiene un par de tetas que justifican su aparición en momentos puntuales, interpretada por la Raquel Welch canaria, Kira Miró. Jamás vi a tanta gente pedirle a gritos a alguien que deje la interpretación tradicional y haga porno. El método Miró de interpretación consiste en aparecer con sonrisa y escote o aparecer con el ceño fruncido y escote. Y también el chavalín idealista que al final acabará sucumbiendo al poder. ¿De qué me suena esto? Ah, se me olvidaba, aparece la hermanita de Javier Cámara, la niña esa que hizo una peli con El Bola y que ahora sigue el patrón de toda actriz española que debuta joven (tiembla, Ivana Baquero): película de niña, olvido posterior, portada en el Interviú, series juveniles y películas adolescentes hasta que te rebauticen como la nueva Maribel Verdú. Ah, se me olvidaba, esta se peleará durante toda la serie con la abogada joven y presuntamente atractiva por el joven abogado idealista, ¡Se avecina tormenta en forma de pelea de gatas!