Drama semifolletinesco de época, muy bien ambientado, que narra las largas desventuras de una mujer huérfana, obligada por tremendas circunstancias hasta a vender su cuerpo para sobrevivir en un mundo inhóspito y cruel. Magnífica Robin Wrhight en el papel principal (Moll Flandlers), aunque tampoco desentona el resto de la plantilla, exceptuando quizás a Aisling Corcoran, la niña que hace de hija de Moll Flandlers, que se muestra excesivamente "repipi" y deslenguada. No es, desde luego,
una mala película, ni dramón lacrimógeno, aunque se alternan escenas de alta emotividad con otras de crueldad inaudita. Pasable.