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Voto de ANDREX:
8
8 de mayo de 2007
53 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como los productores lo entendieron:
Necesitaban volver a los orígenes del Bond de los libros de Fleming (como en “Casino Royale”) un Bond oscuro, resentido, violento, taciturno, individualista, sanguinario, frío y eficiente en su trabajo.
Pero este Bond no es un “Rambo” ni tampoco un “Superman” es un ser que sufre, un “Soldado” entrenado para matar, pero obstinado y terco.
En su tiempo este cambio no fue entendido por las masas y al filme lo vieron como un “espécimen” raro de la serie, amorfo y seco. Un filme violento y carnicero que con el paso de los años gana reconocimiento.
Necesitaban volver a los orígenes del Bond de los libros de Fleming (como en “Casino Royale”) un Bond oscuro, resentido, violento, taciturno, individualista, sanguinario, frío y eficiente en su trabajo.
Pero este Bond no es un “Rambo” ni tampoco un “Superman” es un ser que sufre, un “Soldado” entrenado para matar, pero obstinado y terco.
En su tiempo este cambio no fue entendido por las masas y al filme lo vieron como un “espécimen” raro de la serie, amorfo y seco. Un filme violento y carnicero que con el paso de los años gana reconocimiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
(Sánchez jalando el frágil velo de la habitación luego de encontrar con su amante a su ramera que había huido de su lado)
-¿Qué te prometió?... ¿el corazón? –ordenando a su secuaz mientras este sujeta al sorprendió amante- ¡sácale el corazón!- Benicio del Toro saca su cuchillo.
-No te preocupes… pequeña… todos cometemos errores.
(Sánchez golpea con un látigo a su puta que lo abandono)
Escenas sadomasoquistas de la mente de Fleming, un regalo para la pupila.
-¿Qué te prometió?... ¿el corazón? –ordenando a su secuaz mientras este sujeta al sorprendió amante- ¡sácale el corazón!- Benicio del Toro saca su cuchillo.
-No te preocupes… pequeña… todos cometemos errores.
(Sánchez golpea con un látigo a su puta que lo abandono)
Escenas sadomasoquistas de la mente de Fleming, un regalo para la pupila.