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Voto de kiss_army:
6
28 de noviembre de 2010
36 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escalofriante película de Disney que nos enseña que la vida es muy dura incluso para los patos (según un estudio reciente el animal más peligroso para la humanidad). En sus escasos 9 minutos asistimos a una sucesión de actos terribles que nos pondrán la piel de gallina. La cosa empieza con una infidelidad interracial, ya que, al parir la señora pata, resulta que uno de sus hijos no es un pato como los demás. Es como cuando en un matrimonio de dos personas blancas les sale un hijo negro. Eso es porque alguien que no es su marido precisamente se ha calzado a la señora. En este caso es igual; el pobre señor pato es un cornudo y se entera el día del parto (a mi que no me cuenten historias, que a la patita se la zumbó un cisne como está mandado; nadie va dejando huevos en nidos ajenos creo yo, y que no me hablen de biología, que ahí están la "Sirenita" o "La bella y la bestia" y nadie dice nada). Consecuentemente su cabreo es monumental, a lo cual la señora pata responde con una agresión física terrible y desproporcionada. El espectador apenas puede soportar tanta tragedia en los escasos dos minutos que han transcurrido. Pero el drama va mucho más lejos. El patito feo resulta ser un tipo risueño que viene al mundo con una sonrisa en la cara y con ganas de disfutar de la vida. Pero los cabrones de Disney se proponen amargarnos el día, y en cuanto le ven la pinta diferente que gasta el amigo su familia le margina de mala manera. Entonces nos introducimos en un dramón sobre la marginación por motivos raciales. Sólo faltan yonkis y prostitutas para redondear el asunto y terminar por deprimirnos del todo.
El mundo es una mierda y los de Disney lo saben. También saben que las cosas no son blancas o negras y, huyendo del maniqueismo nos presentan a un patito que, tras ser marginado y ridiculizado por su propia familia (patita promiscua incluida) no duda en comportarse como un maldito cabronazo. La culpa es de la sociedad, dirá el bastardo para excusarse.
(Sigue en el spoiler)
El mundo es una mierda y los de Disney lo saben. También saben que las cosas no son blancas o negras y, huyendo del maniqueismo nos presentan a un patito que, tras ser marginado y ridiculizado por su propia familia (patita promiscua incluida) no duda en comportarse como un maldito cabronazo. La culpa es de la sociedad, dirá el bastardo para excusarse.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Resulta que el presunto pato, mientras vaga taciturno y apesadumbrado debido a la mierda de vida que le ha tocado vivir conoce a unos amiguitos tan risueños como él cuando nació. Se trata de unos pajaritos recíen nacidos que, al igual que él cuando salió del cascarón con una sonrisa triunfal que tan pronto se borró, desconocen las miserias del mundo y cantan alegres y ufanos. Nuestro querido protagonista decide entonces con un poco de desvergüenza, al notar la ausencia de una autoridad paterna, ocupar la humilde morada de los pajaritos. Así, por sus huevos toreros. Cuando llega el padre de los chiquillos con un simple gusano para tanto pájaro (carencia de alimento ésta que nos hace suponer que se trata de una familia humilde que vive en la miseria, pues apenas puede alimentar a sus vástagos) el simpatico patito de los cojones decide comerse él solito y sin ayuda de nadie el gusano entero, dejando a la familia entera hambrienta y famélica. Consecuentemente es echado a ostias del nido, con lo cual obliga al espectador a presenciar una nueva escena de violencia. El patito huye triste y lánguido, imagino yo que pensando que le han mandado a tomar por culo porque es "diferente". No, señor patito, te han agredido brutalmente por haberte comportado como un perfecto hijo de la gran puta.
La conclusión, moraleja, o como queramos llamarlo, de todo este asunto sería la siguiente: júntate con los de tu raza y margina y humilla al resto si puedes. Ya que cuando el falso pato se da cuenta de que realmente es un cisne en el momento en que coincide con una banda callejera de esta raza, lo primero que hace es unirse a ellos y desafiar a su antigua familia con un gesto soberbio y altanero que desprende orgullo de raza. Si bien es cierto que los patos cabrones se estaban riendo de él en su puta cara. Y es que al concluir la película uno acaba deprimido y con ganas de cortarse las venas. Al menos los de Disney nos ahorraron la brutal pelea callejera que seguramente tuvo lugar despues del ingreso en la banda del pato-cisne y el desafio arrogante de sus hermanastros.
La conclusión, moraleja, o como queramos llamarlo, de todo este asunto sería la siguiente: júntate con los de tu raza y margina y humilla al resto si puedes. Ya que cuando el falso pato se da cuenta de que realmente es un cisne en el momento en que coincide con una banda callejera de esta raza, lo primero que hace es unirse a ellos y desafiar a su antigua familia con un gesto soberbio y altanero que desprende orgullo de raza. Si bien es cierto que los patos cabrones se estaban riendo de él en su puta cara. Y es que al concluir la película uno acaba deprimido y con ganas de cortarse las venas. Al menos los de Disney nos ahorraron la brutal pelea callejera que seguramente tuvo lugar despues del ingreso en la banda del pato-cisne y el desafio arrogante de sus hermanastros.