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Voto de ultimate_rondador:
9
Drama. Comedia Biopic centrado en los últimos tres años del gran poeta Oscar Wilde (1854–1900). Wilde (Rupert Everett), recluido en un hotel de Francia con sus amigos (Edwin Thomas y Colin Firth), decide atravesar Europa, presa de impulsos contradictorios: ir a ver a su mujer (Emily Watson) o a su amante, Sir Alfred "Bosie" Douglas (Colin Morgan). (FILMAFFINITY)
28 de abril de 2019
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rupert Everett debuta como director en esta película que narra la última etapa de la vida del genial escritor. Wilde sale de prisión tras una condena de dos años de trabajos forzados. ¿Su delito? Su conducta homosexual. La sociedad inglesa de finales del siglo XIX no toleraba ese tipo de sexualidad. Repudiado en Londres, Wilde se traslada a París tras cumplir la condena. Allí empieza su decadencia que lo llevará a su prematura muerte a los 46 años.

El título original de la película es The happy prince. Se trata del título de un cuento real de Wilde, con el que Everett nos hace recorrer su vida, desde que se lo contaba a sus hijos hasta su lecho de muerte. En cambio, en España se ha optado por el título La importancia de llamarse Oscar Wilde. Hace referencia a su libro La importancia de llamarse Ernesto y a los últimos años de vida del escritor, cuando vivió bajo el nombre falso de Sebastián Melmoth, para evitar ser reconocido.

El propio Everett da vida al protagonista y lo hace realmente genial. Su actuación en las diferentes etapas de la vida de Wilde que se muestran en la película es inmejorable. Desde el éxito con sus obras teatrales a la enfermedad que acabaría con su vida, Everett nos hace creer que estamos viendo al mismísimo Oscar Wilde.

Colin Firth y Edwin Thomas interpretan a Reginald Turner y Robbie Ross, respectivamente, los únicos amigos de Wilde tras su caída en desgracia. Colin Morgan interpreta al amigo y amante de Wilde, Lord Alfred “Bosie” Douglas, el que se puede considerar su gran amor. Las actuaciones de los tres son muy buenas, así como la del resto de secundarios de la cinta.

Aunque la película es muy emotiva, también tiene momentos divertidos. No hay que olvidar que Wilde era un humorista nato, que hubiese triunfado si en la época hubiese habido un Club de la Comedia.

No hace falta conocer a Oscar Wilde ni haber leído nada suyo para entender la cinta, aunque la presentación de los personajes no es demasiado clara al principio. Pero está claro que gustará más a los fans del escritor. Yo he leído hace poco varios relatos suyos y la he disfrutado muchísimo. Y, por otra parte, la película me ha hecho entender más algunos de sus textos, sobre todo De profundis.

Si a todo esto le añadimos una buena banda sonora y unos escenarios espectaculares, conseguimos una película tan genial como la que nos ocupa.

https://concdecultura.com/2019/04/25/bcn-film-fest-la-importancia-de-llamarse-oscar-wilde/
ultimate_rondador
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