El telefilm comienza con en exceso de verbalismo retrospectivo en detrimento de la acción y para el espectador resulta farragoso el cúmulo de datos y de nombres que se introducen en las primeras escenas.
No es mal consejo tomar nota de las explicaciones iniciales para que todos los elementos encuentren acomodo y no perder el hilo conductor.
A medida que el asunto se desarrolla y se va tornando familiar, la trama cobra interés, se simplifica la maraña y el argumento ofrece su verdadero rostro sólido.
Buena labor de dirección y de interpretación.