Relajada comedia con aires de película musical en la que diversas peripecias unen a variopintos sujetos en un ambiente distendido, amable en general y de naturaleza casi lúdica.
El director R. Enright conduce la producción con suficiencia pero de modo sencillo, sin complicaciones cinematográficas -ni formales ni conceptuales- y, a pesar de ello, consigue que la historia adquiera prestancia así como un notable carácter familiar en un contexto rural, algo bucólico y lleno de situaciones de comicidad ingenua.
H. Bogart ofrece una estupenda interpretación como también lo es la de L. Fazenda y la de N. Pendelton, muy prolífico a finales de los años treinta.
Reseñar la presencia, aunque fugaz, de Ronald Reagan.