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Venezuela Venezuela · Caracas
Voto de casandra:
6
Western Durante la guerra civil norteamericana (1861-1865), tres cazadores de recompensas buscan un tesoro que ninguno de ellos puede encontrar sin la ayuda de los otros dos. Así que colaboran entre sí para conseguir el botín. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2016
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Henrik Ibsen decía que la belleza era el acuerdo entre el contenido y la forma. Esta película, como temo que sean las demás, puede que sea perfecta en cuanto a la forma, pero carece de contenido o peor, es de un contenido deleznable si se le compara con las grandes de su género. Y el western es un género épico. ¿Es que acaso no se puede entonces hacer algo diferente? Por supuesto. Y ese es el caso de Leone, como también el de Tarantino, su gran admirador. Pero yo ahí no me anoto. Que no cuenten conmigo. Resulta que los elogios que se le endilgan (a mi juicio, incluso exagerados) son para mí justamente motivos para que no me guste. No me gusta la postmodernidad ni nada que tenga que ver con ella. Esta época cínica, descreída, nihilista, relativista y oportunista no podrá engendrar sino monstruos (entendidos como deformidades de la naturaleza). Yo estoy cuadrada con William Faulkner cuando decía : "Nuestra tragedia de hoy es un miedo físico general y universal tan largamente padecido, que a duras penas lo podemos soportar. Ya no quedan problemas del espíritu; tan sólo una pregunta: ¿cuándo seré aniquilado? Es por eso que el hombre o la mujer joven que escribe actualmente ha olvidado los problemas del corazón humano en conflicto consigo mismo, que solos bastarían para producir buena escritura porque son lo único sobre lo cual vale la pena escribir, lo único que justifica la agonía y el sudor. Debe aprenderlos de nuevo. Debe enseñarse a sí mismo que lo más despreciable de todo es tener miedo; y una vez aprendido, olvidarlo para siempre sin dejar espacio en su taller para nada distinto de las verdades y certezas del corazón, de las verdades universales sin las cuales cualquier relato es efímero y fatal: el amor, el honor, la piedad, el orgullo, la compasión, el sacrificio. Mientras no lo haga, su trabajo está bajo maldición. No escribe sobre amor sino sobre lujuria, sobre derrotas en las que nadie pierde nada valioso, sobre victorias sin esperanza y, lo peor de todo, sin piedad ni compasión. Sus cuitas no conmoverán la osamenta del universo. Escribirá con las glándulas, no con el corazón. Hasta que no aprenda estas cosas, escribirá como si estuviera asistiendo y presenciando el fin del hombre. Me rehúso a aceptar el fin del hombre"... Y yo también. Jamás llegará este subgénero a conmoverme como lo hizo Ford o Wyler o Hawks. Aunque todos los opinadores digan lo contrario. He dicho.
casandra
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