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Voto de Revista Contraste:
7
Aventuras Bajo el imperio de Napoleón, François Vidocq, el único hombre que ha conseguido escapar de las más grandes penitenciarías del país, es una leyenda de los bajos fondos parisinos. Dado por muerto tras su última gran evasión, el expresidiario intenta pasar desapercibido tras el disfraz de un simple comerciante. Sin embargo, su pasado lo persigue, y después de ser acusado de un asesinato que no ha cometido, propone un trato al jefe de ... [+]
23 de julio de 2019
25 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
París en 1805 es el escenario que da inicio a la cinta, cuando Napoleón Bonaparte fue proclamado emperador. Sin embargo no es él quien da el título a esta obra, sino un personaje coetáneo: François Vidocq, un delincuente que logró escapar de varias prisiones.

Este periodo histórico da pie a una increíble ambientación, uno de los dos puntos fuertes de la película. Manuel Dacosse, director de fotografía, se encarga de recrear la vida en la ciudad francesa durante esos años, cuidando hasta el más mínimo detalle. Eso logra situar a los espectadores –quienes incluso pueden presenciar la construcción del Arco de Triunfo– en el contexto del relato.

El otro gran valor de la producción se encuentra en el reparto, muy bien elegido para desempeñar papeles misteriosos y complejos. Vincent Cassel es todo un acierto como protagonista y su actuación refleja la dureza de la vida de Vidocq así como la riqueza de su figura. También Olga Kurylenko vuelve a mostrar su versatilidad y su capacidad de rodar en varios idiomas, dando vida a una baronesa manipuladora. Por último, destaca Fabrice Luchini como Fouché, una interesante personalidad –sobre quien Stefan Zweig escribió la famosa biografía Fouché, el genio tenebroso– que, aunque es secundario, desencadena escenas cautivadoras.

Con un trabajo técnico tan bueno, el film resbala un poco en el guión, que no llega a decantarse por un género en concreto. A pesar del marco realista, el director no se contenta con llevar a la gran pantalla un recorte biográfico, sino que trata de convertirlo en una secuencia de acción y aventuras en el pasado, con bastantes escenas sangrientas y batallas explícitas. De esta manera, no profundiza del todo en la trama que ocurrió, desencantando a quienes buscan un drama histórico.

No obstante, las eminencias a las que se interpretan tienen los suficientes matices para aportar aliciente a la narración. Además, muestran temas controvertidos con atractivas reflexiones acerca del poder, la traición o la política.

En resumen, un impoluto encuadre de la época y unos grandes actores traen a la gran pantalla un trozo de la vida de François Vidocq, quien fue considerado verdaderamente El emperador de París.

www.contraste.info
Revista Contraste
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