El Yeti regresa a la gran pantalla en un relato poco novedoso pero que cautivará a niños y adultos gracias a la combinación de un dibujo bonito y una música fascinante. A pesar de los recientes estrenos similares (Smallfoot, Misión Katmandú), Dreamworks se las ingenia para presentar la misma crónica en una interesante road movie animada.

Ambientada en China, la película recorre admirables escenarios recreados con una técnica impecable. A lo largo de un viaje al Everest, los personajes sensibilizan a la audiencia acerca del respeto a la naturaleza a la vez que contagian simpatía.

Llama la atención la discreción de la protagonista, un rasgo poco habitual en las heroínas actuales. No obstante, es ella quien se encarga de conmover al público con sus solos de violín en las escenas emotivas y con sus pequeñas reflexiones. Junto con sus amigos, transmite eficazmente la importancia de la familia, la determinación o la perseverancia.

Aunque el guion carece de originalidad, la cinta es encantadora y busca arrancar la sonrisa del espectador. Quizá el tono dulzón llegue a resultar empalagoso en algún momento, pero resalta que es un film con mucho corazón.

Con una sobrecogedora banda sonora y un monstruo arrebatadoramente afectuoso, el largometraje presenta una tierna historia sobre volver a casa. Sin sorpresas o grandes aportaciones, Abominable es simplemente adorable.

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