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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
9
Drama En 1976, la apacible vida de William Hundert, profesor en el elitista colegio masculino de St. Benedict, se ve alterada con la llegada de un nuevo alumno, el carismático y rebelde Sedgewick Bell, hijo de un senador de Virginia (FILMAFFINITY)
18 de marzo de 2014
26 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tesis de esta película es realmente digna de miramiento y reflexión: «El muchacho necio, que se cría bajo la tutela de un padre necio, y más aún, que crece apoyado por un padre que encima es un político necio, aunque lo lleves junto a los mejores maestros del mundo, cargará con la necedad mientras viva.»

El profesor protagonista se comporta de manera muy comprensiva con el joven alumno necio que le acaban de enviar a su aula, y le aguanta lo inaguantable, bien porque sabe encajar la estupidez del discente y no es de los que gustan abajarse al nivel de estupidez de quién lo provoca continuamente, bien porque el necio resulta que es hijo de un senador de EE.UU. que aporta ayuda y prestigio al centro educativo donde nos encontramos; la cuestión es que el sabio profesor cumple más de la cuenta intentando ayudar al joven necio, favoreciéndolo, disculpándolo en sus yerros; sin embargo siente como pasa el tiempo y fracasa. Porque es natural, hasta el mejor maestro deja su impronta y sus valores en la mayoría de sus alumnos, pero esto no quiere decir que en todos, siempre habrá el discente "estúpido de turno" del que por más que se intente no se logra obtener evolución. Porque todo ser humano en última instancia posee libre albedrío, y si es un necio que se empecina en optar por serlo, no hay manera de quebrantar su libertad de empeñarse en seguir siendo un necio de tomo y lomo.

Así pues, ese es el quid de este filme, quid que queda patente en la estupenda escena donde el profesor saca al alumno necio a la pizarra a que responda una pregunta y éste se cachondea del docente y de sus cuestiones, lo cual es motivo de risotadas por parte del resto de sus compañeros, que a cada gracia que hace se la ríen como borregos (porque esta es otra: el típico necio gusta de ser continuo centro de atención y para ello se hace una y otra vez con un coro de pusilánimes que le rían todas sus necedades). Entonces, el maestro, le dirige al necio una máxima clásica que nos legó el dramaturgo Aristófanes a modo de consejo y que el necio burlador comprende al instante con cierta contrariedad, aunque sin enmendarse por ello: «La ignorancia pasa, la inmadurez se supera, la ignorancia se cura con la educación y la embriaguez con sobriedad, pero la necedad dura para siempre.»

Sé y he leído por ahí que esta película es algo así como una versión de aquella titulada "El club de los poetas muertos". Pues no, el tema de fondo es completamente distinto, sólo se asemejan en el titular de "club" y en que la ambientación también transcurre en un colegio privado de élite en USA. Pero, mientras que "El club de los poetas muertos" versa sobre un profesor de talante "político zapateril", "El club de los emperadores" se centra en un profesor magistral, a la clásica usanza, que no se hace amigacho de sus alumnos para que le quieran sino que éstos le querrán porque cumple con su papel correspondiente de autoridad, disciplina y sabiduría.

Con películas que este filme sí tiene profundos y obvios paralelismos o similitudes, son por ejemplo con "La versión Browning" de Anthony Asquith (Reino Unido, 1951) y con "La versión Browning" de Mike Figgis (Reino Unido, 1994), dado que con ellas comparte la visión de un educador serio, firme, sabio, disciplinado y disciplinador, que no se deja desautorizar por sus alumnos, un profesor que ha de sufrir además el politiqueo deshonesto, propio de su compañero director y de algún que otro compañero trepa o mediocre. Sin duda, las dos películas sobre "La versión Browning", son de lo mejor que se ha hecho en cine sobre el tema de un maestro como deben ser los docentes-educadores; luego, este "Club de los emperadores" se le aproxima en la temática o tesis acerca de lo que es un verdadero maestro para un sistema educativo, pero en verdad, aún siendo válida de ver, esta obra de Michael Hoffman no le llega a las dos anteriormente citadas ni al forro del cartucho fílmico.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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