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España España · Barcelona
Voto de reporter:
7
Thriller. Acción. Drama Como agente secreta de la CIA, Valerie Plame (Naomi Watts) dirige una investigación sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Su marido es el diplomático Joe Wilson (Sean Penn). La investigación de Plame no confirma la venta de uranio enriquecido por parte de la República de Niger. Pero, cuando la administración de la Casa Blanca ignora sus conclusiones y utiliza el asunto para respaldar la entrada de Estados Unidos en ... [+]
1 de noviembre de 2010
29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un momento de una entrevista, Maruja Torres esbozó una leve sonrisa y con posado nostálgico pronunció un nombre: ''Richard Nixon...'' Después de una pausa dramática, añadió ''¡Aquellos eran buenos tiempos!'' Obviamente su contertulio no supo cómo reaccionar, de modo que ella le echó un cable. ''Claro, piense en ello... en aquella época, cuando alguien cometía un error, dimitía. ¡Esto ahora es inconcebible!'' Más razón no podía tener. Quizás hemos dejado en un rincón demasiado oscuro de nuestra memoria el legado político americano de principios de la década de los setenta. Bien es cierto que no andó precisamente escaso en lo que a escándalos se refiere, pero si puede rescatarse algo positivo del bochornoso caso Watergate es que se hizo justicia; los que engañaron al pueblo pagaron por ello -al menos algunos-. Crimen y castigo. De alguna manera, hubo ''juego limpio'', tal y como reza el título original de la nueva película de Doug Liman.

Muy oscura es también la imagen que tienen muchos del director neoyorquino, lo cual supone una gran injusticia. ¿Merece ser tratado con desprecio, incluso con indiferencia -que es peor- alguien con un currículum en el que escarbando un poco se encuentran cintas tan influyentes? Su primera etapa como realizador ya cae un poco lejos, pero no hay que olvidar que en ella encontramos aquel diamante en bruto titulado 'Swingers', fundamental para entender el devenir de la comedia indie americana contemporánea. Más reciente es 'El caso Bourne', que no necesitó demasiado tiempo para convertirse en el mayor referente del cine de acción de los últimos años, así como el espejo en el que debería mirarse todo producto del género que se preciara (ni el Sr. Bond se libró de esta tendencia). Fue Doug Liman, y no Paul Greengrass quien inició las aventuras del famoso espía amnésico, no hay que olvidarlo.

En lo que sí se adelantó el cineasta irlandés fue en el viaje a Irak. 'Green Zone: Distrito protegido', muy deudora de la saga Bourne, era un filme de acción casi impecable, pero que tenía un gran punto débil: llegaba casi diez años tarde (ver ahora al pobre Matt Damon correr incansablemente por Bagdad para acabar descubriendo con cara de bobalicón que las armas de destrucción masiva que buscaba no eran más que una patraña, tenía un inesperado efecto cómico). Algo similar podría haberle sucedido a 'Caza a la espía', al tratar ésta sobre una historia que a estas alturas ya la tenemos bastante vista. Un obstáculo que Liman esquiva con acierto centrándose más en el ''cómo'' que no en el ''qué''. En esta época en la que vivimos siempre rodeados de información, deberíamos ser marcianos para no saber que la nación más poderosa del mundo derrocó por la vía militar al régimen político/dictatorial iraquí... lo que pudo habérsenos escapado es cómo lo lograron; cómo allanaron el terreno para la invasión; cómo pudieron plantarse a la otra punta del mundo sin caérseles la cara de vergüenza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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