Recuerdo haber visto esta película hace muchos años cuando la pusieron en televisión, y recuerdo que me pareció entretenida. Años después la he vuelto a ver y me ha vuelto a parecer una película pasable con la que pasar el rato, pero para nada un gran western.
Se trata de un film que para verlo una vez cada década no está mal, porque resulta entretenido al ser testigo de un enfoque femenino del mundo del western.
Cuatro grandes actrices de los 90 forman parte del reparto. Madeleine Stowe, Andie MacDowell, Drew Barrymore y Mary Stuart Masterson; son las encargadas de dar vida a estas cuatro prostitutas que intentan comenzar una vida nueva donde el hombre tiene grandes privilegios sobre las mujeres, y en el que el asesinato a sangre fría está a la orden del día.
La historia es simple y no hay mucho donde rascar. Es más, resulta bastante predecible en muchos momentos, pero tengo que reconocer que dentro de su simpleza y sencillez, a mí me ha distraído.
Jonathan Kaplan dirige a estas cuatro actrices que son las que llevan el peso de la historia. Son cuatro actrices interesantes, que cuentan con grandes películas en sus filmografías, y también con grandes actuaciones. Pero también cuentan con trabajos tremendamente decepcionantes. En este caso, debo decir que sus actuaciones son pasables pero para nada brillantes.
Este film, se encuentra constantemente en una tesitura de "no está mal" de la que no es capaz de salir. Pero a veces ese "no está mal" es suficiente para distraer y así pasar el rato. Aunque debo reconocer que en muchas ocasiones uno espera que la historia dé algún giro dramático para que uno se inmiscuya mucho más en la trama que se está narrando.
En fin, "Cuatro mujeres y un destino" es una de las pocas películas del Oeste en las que su enfoque es puramente femenino, al ser sus protagonistas mujeres. Esto es un punto que llama la atención, pero no consigue ser suficiente para ensalzar su trama, la cual no consigue pegar lo suficiente al asiento para entusiasmarse con su historia.