Me dispuse a contemplar esta serie con cierta ilusión porque mi olfato me dio a entender que merecería verla, pero mi decepción y error ha sido notable, pues a partir de la mitad de los capítulos resulta algo cansina por sus exageraciones, la falta de una mayor credibilidad y el deseo por parte de guionistas y director de querer impactar al público, queriéndose parecer a otra serie americana de argumento político y ambición de gran éxito actual, Pero no es comparable ni de lejos, y es una lástima, pues pienso, como digo en el título de esta crítica, que se podía haber hecho mejor. Menos mal que al ser 8 capítulos de cuarenta minutos aproximadamente cada uno se ven con rapidez y se llega al final deseado (en el tiempo) con comodidad.
La interpretación de Depardieu es correcta, pero la verdadera protagonista de la historia es. a mi juicio, Stéphane Caillard que realiza una interpretación más que correcta y le ayuda a ello el protagonismo de su papel. El resto cumple adecuadamente.