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Voto de seagal4ever:
7
7,2
3.838
Animación. Ciencia ficción. Bélico. Aventuras
Tres historias de animación manga, basadas en tres historias gráficas cortas del maestro Katsuhiro Ôtomo, creador de "Akira": "Rosa Magnética" (dirigida por Koji Morimoto) está basada en un manga de Otomo, en el que dos astronautas, siguiendo una señal de auxilio, son arrastrados al mundo fantástico creado por los recuerdos de una mujer. "Bomba Fétida" (dirigida por Tensai Okamura) es la historia de un joven químico que se transforma ... [+]
10 de noviembre de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Katshujiro Ôtomo, uno de los nombres más influyentes de la ciencia ficción contemporánea, nos ofrece en esta original obra tres cortometrajes basados en sendas obras suyas: "Rosa Magnética", "Bomba Fétida" y "Carne de Cañón". Personalmente creo que ésta última es una obra maestra con mayúsculas. Una obra que está a años luz de las otras dos, en todos los sentidos, y bajo cualquier punto de vista posible. Pero vayamos por partes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"Rosa Magnética" (dirigida por Koji Morimoto) es una más que reivindicable historia de ciencia ficción espacial, pero que ofrece importantes claroscuros en su desarrollo. Unos basureros espaciales reciben una señal procedente de una aparentemente abandonada nave espacial. Ante la ausencia de señales de vida, deciden introducirse y explorar su interior.
El aspecto más destacado de este capítulo es sin duda su fascinante diseño de producción. El interior de la nave, la tecnología, los trajes espaciales... Todo muy destacable y, sin duda, hará las delicias de cualquier amante de la ciencia ficción. Resulta de igual modo acertada la sugerente banda sonora y la impresionante recreación de las diferentes atmósferas. Sin embargo, el resto de elementos que componen la historia no están a la altura. El guión carece por completo de ritmo, es demasiado pausado, y en muchas ocasiones llega a exasperar la lentitud con la que se van produciendo los acontecimientos. La historia en sí no deja de tener un cierto interés, pero la hemos visto no una, sino un buen puñado de veces en diferentes obras.
"Bomba Fétida" (dirigida por Tensai Okamura) es bajo mi punto de vista el corte más flojo de los tres. Una especie de parodia de "Akira", la historia sigue el camino hacia Tokio de un joven que ha contraído una extraña capacidad para emitir un pestilente olor que causa la muerte de todo aquel que lo inhala, salvo la del propio sujeto emisor. Pese a algún que otro punto más o menos cómico, la historia pronto resulta cargante. El "inesperado" final consigue levantar un poco el ánimo general de apatía.
Y por fin llegamos al momento cumbre de la película: "Carne de cañón" (dirigida por el irrepetible Katsuhiro Ôtomo). Una obra maestra. Diez de diez. Fascinante. Realmente es de esas obras que merecen ser vistas una y otra vez. Se nos narra, en una sugerente realidad distópica, la vida de una familia y de la metrópoli que habitan, que vive única y exclusivamente por y para disparar los innumerables cañones que pueblan su ciudad contra un objetivo desconocido. Es el único sentido de ser de esa civilización.
Más allá de la magistral puesta en escena, de ese inmenso plano-secuencia que nos muestra como es un día en la vida de estos personajes, más allá incluso de esa maravillosa animación, nos encontramos ante una verdadera reflexión sobre la naturaleza del ser humano, profunda y conmovedora. Pone los pelos de punta, sobre todo porque entre todo ese aparente sinsentido, una parte de nuestro interior se siente identificada y reconoce diversas taras de nuestra viciada sociedad en ella. Esa conversación entre el padre y el hijo sobre a quién disparan y por qué razón no puede dejar indiferente a nadie. La más corta de las tres historias, pero de lejos, la más brillante y cautivadora. La cantidad de información y sentimientos que logra transmitir va más allá de lo que pudiera imaginarse para un mero corto de animación de apenas 10-15 minutos. Imprescindible.
El aspecto más destacado de este capítulo es sin duda su fascinante diseño de producción. El interior de la nave, la tecnología, los trajes espaciales... Todo muy destacable y, sin duda, hará las delicias de cualquier amante de la ciencia ficción. Resulta de igual modo acertada la sugerente banda sonora y la impresionante recreación de las diferentes atmósferas. Sin embargo, el resto de elementos que componen la historia no están a la altura. El guión carece por completo de ritmo, es demasiado pausado, y en muchas ocasiones llega a exasperar la lentitud con la que se van produciendo los acontecimientos. La historia en sí no deja de tener un cierto interés, pero la hemos visto no una, sino un buen puñado de veces en diferentes obras.
"Bomba Fétida" (dirigida por Tensai Okamura) es bajo mi punto de vista el corte más flojo de los tres. Una especie de parodia de "Akira", la historia sigue el camino hacia Tokio de un joven que ha contraído una extraña capacidad para emitir un pestilente olor que causa la muerte de todo aquel que lo inhala, salvo la del propio sujeto emisor. Pese a algún que otro punto más o menos cómico, la historia pronto resulta cargante. El "inesperado" final consigue levantar un poco el ánimo general de apatía.
Y por fin llegamos al momento cumbre de la película: "Carne de cañón" (dirigida por el irrepetible Katsuhiro Ôtomo). Una obra maestra. Diez de diez. Fascinante. Realmente es de esas obras que merecen ser vistas una y otra vez. Se nos narra, en una sugerente realidad distópica, la vida de una familia y de la metrópoli que habitan, que vive única y exclusivamente por y para disparar los innumerables cañones que pueblan su ciudad contra un objetivo desconocido. Es el único sentido de ser de esa civilización.
Más allá de la magistral puesta en escena, de ese inmenso plano-secuencia que nos muestra como es un día en la vida de estos personajes, más allá incluso de esa maravillosa animación, nos encontramos ante una verdadera reflexión sobre la naturaleza del ser humano, profunda y conmovedora. Pone los pelos de punta, sobre todo porque entre todo ese aparente sinsentido, una parte de nuestro interior se siente identificada y reconoce diversas taras de nuestra viciada sociedad en ella. Esa conversación entre el padre y el hijo sobre a quién disparan y por qué razón no puede dejar indiferente a nadie. La más corta de las tres historias, pero de lejos, la más brillante y cautivadora. La cantidad de información y sentimientos que logra transmitir va más allá de lo que pudiera imaginarse para un mero corto de animación de apenas 10-15 minutos. Imprescindible.