Como en cada temporada de Los Simpson (exceptuando la primera), uno de los capítulos está dedicado a un especial de Halloween en el que se muestran tres historietas mucho más desenfadadas y libres respecto al resto de capítulos. Como es de costumbre en la mayoría de especiales, se parodian películas ampliamente conocidas. Esta vez, La zona Muerta (adaptación de un libro de Stephen King) y otra al más estilo Sherlock Holmes (historieta con título en referencia a Cuatro bodas y un funeral).

La introducción cuenta con los personajes más recurrentes en estos especiales, Kang y Kodos, así como con la familia Simpson al completo. Buen inicio.

En la primera historia, Ned sufre un accidente, y al despertar del coma descubre que tiene el poder de ver el futuro. Ese futuro será siempre dramático. Con final trágico, pero a la vez curioso y divertido, probablemente esta sea la mejor historia.

La segunda es la más completa argumentalmente (a pesar de contar únicamente con unos siete minutos mal contados de duración), pero la más fallida a su vez. Resulta monótona, y torpe. El final no me convence. Ojo al ridículo acento francés de los personajes. Nunca le he visto la gracia a los capítulos de Los Simpson ubicados en un tiempo pasado.

La tercera y última historia nos cuenta como el señor Burns se zampa a Maggie. Esta historia tiene el final más rocambolesco, bruto e ingenioso.

Y, cómo no, el episodio acaba en forma de musical. Típico final en estos especiales, pero siempre eficaz.

David Silverman, realizador de Los Simpson: La película y Monstruos S.A. (sí, han leído bien), nos brinda un interesante especial de Halloween. Sigue en la línea. Buen trabajo.