Matt Ross nos presenta una fábula anticapitalista curiosa e icónica. La historia de una familia numerosa que vive (casi) al margen de la sociedad y cuyo núcleo de unión se basa en la educación bajo el lema “mens sana in corpore sano”.
spoiler:
La proeza de la película reside en el planteamiento, que alude a una forma alternativa de entender la vida sin entrar en los convencionalismos del sistema de los valores dominantes.
Parece apetecible la forma con la que nos presenta este nuevo estándar de actuación, aunque la narración se ocupa de señalar que no es oro todo lo que reluce y que también se produce apatía y falta de conocimiento del comportamiento social.
Esta conclusión habría que debatirla ampliamente, ya que la película presenta cierta desidia en presentarnos esta nueva forma de vida alternativa y prefiriere centrarse en el melodrama que afecta el suicidio de la madre, y como eso conlleva a el choque entre dos mundos incapaces de ser entendidos reflexivamente. Además, aduce al humor, al sentimentalismo y a otras formas de redención humana para que el relato no devenga férreo y angustiante.
Esta precisamente es la llave y el problema de la historia su desvinculación acrítica de sus propios planteamientos teóricos. Parece decirnos constantemente, -hemos creado una buena idea, pero su debate es mera fachada.
Esta opción de cambiar de vectores produce que el debate de fondo, no sea: ningún sistema es perfecto, como cambian los medios tecnológicos nuestra forma de vivir, si hay alternativa al sistema conocido como capitalista o cuales son los limites del Estado, y se queda en el preludio de presentación de su ensayo material. ¿Es Captain Fantastic una mala película? Sin duda no lo es, además viene recubierta de escenas fascinantes e ideas brillantes, como la conmemoración del Dia Nacional de Noam Chomsky, la emulsión de las cenizas de la madre en el lavabo de un aeropuerto, o la petición de matrimonio que tiene el hijo mayor con una chica caravanista que acaba de conocer.
Seguramente escribo esta crítica con el afán de descubrir si la película digna de trascender por su implicación a un debate filosófico rico o simplemente es "interesante", en todo caso, y bajo la duda, no se la pierdan, tendrán que descubridlo y reflexionarlo con su modo crítico de entender el mundo. Y en eso la película acierta.